lunes, 28 de abril de 2014

Asignatura pendiente



Después de casi cuatro años de blog creo que va siendo hora de tratar un tema que afecta considerablemente a la vida de un extranjero en China y a las ganas que el mismo tenga de continuar residiendo aquí. Me refiero a las relaciones sentimentales con alguien local, en concreto con chicas chinas, algo que puedo analizar desde mi experiencia personal y vivencias. No voy a comentar aquí los posibles rollos de una noche y amoríos pasajeros, sino las relaciones llamémoslas serías, con cierto grado de compromiso y perspectiva de futuro. Esas que se suponen que son para toda la vida, en la salud y en la enfermedad.

















Ya sea por simple curiosidad, el morbo, las ganas de practicar idiomas o una estereotipada concepción del extranjero como alguien que tiene dinero a espuertas, lo cierto es que no es nada difícil que un laowai consiga captar la atención y el interés de una chica china. Lo que sí resulta complicado es cuando uno se plantea una relación más formal, más allá de esporádicas noche de sexo y cuatro risitas. Hay ciertos factores asociados a la cultura y sociedad china que pueden dificultar el día a día de la pareja y acabar hartando mucho.
Por ejemplo, el sempiterno tema de los padres. La mayoría de progenitores chinos se oponen, al menos de entrada, a que su hija salga con un extranjero por diversas razones. Por un lado, no perciben a alguien de fuera como estable, con capacidad de mantener a la familia, y temen que en cualquier momento se puede largar a su país (este temor también lo transmiten a su hija). Además, piensan que el idioma puede ser un obstáculo demasiado fuerte en las relaciones familiares aunque el chico domine el chino a la perfección (muchas familias solo usan el dialecto local en sus conversaciones).

Laowai tras conocer a sus futuros suegros

















Otro posible motivo de choque cultural tiene que ver con la manera de expresar los sentimientos y emociones. Los chinos suelen ser muy reservados y las muestras de cariño suelen ser bastante limitadas, sobre todo en público. A veces he hablado con mis estudiantes sobre el tema del afecto entre padres e hijos, y casi todos relatan que nunca han dado un beso a sus padres en la mejilla, ni han visto que estos últimos lo hagan entre ellos. Creo que esta sociedad, en general, muestra una carencia de inteligencia emocional y empatía enorme, fruto de la educación que reciben. Esto dificulta seriamente las relaciones sentimentales, especialmente si el otro miembro de la pareja procede de una cultura como la latina.


















Por lo que a mí se refiere, en estos años he tenido dos intentos frustrados de relación, finalizados por diferentes motivos. El primer caso era una muchacha ya en sus 30, edad en la que las chicas en este país se estresan si no se han casado ya. Nuestro principal obstáculo aparte del idioma (su inglés era casi inexistente y casi todo el tiempo hablábamos chino), era el tema emocional. Apenas veía en ella detalles cariñosos, era todo como una buena amistad pero con sexo; faltaba algo de chispa. Aun así, no dudó en empezar a hablar de planes de boda al poco tiempo de comenzar a salir. Y es que parece que aquí, va antes el cumplir con los objetivos impuestos por la sociedad (en este caso, casarse y tener un hijo) y después, si encarta, vendrá el amor. Al tiempo me di cuenta de que la cosa no tenía mucho futuro (los padres nunca llegaron a enterarse, pero tampoco lo hubieran aceptado por lo que me dijo), y decidí dejarla.

La segunda relación parecía que iba a salir mejor, al menos a priori: chica de mentalidad abierta, independiente, opuesta a los esquemas tradicionales y, además, hablaba español perfectamente. ¿Qué más podía pedir? Su principal defecto era que estaba completamente absorbida por su trabajo, y cada vez nos veíamos menos. El día que me dijo que se trasladaba a vivir y trabajar en otra ciudad a más de 2000 kilómetros de Shaoxing, mi ánimo estaba ya tan apagado que prácticamente me dio igual. A partir de entonces no lo he vuelto a intentar.















A pesar del tono de desazón de esta entrada, no es mi intención desmotivar a los que se propongan intentar una relación con una nativa china. Conozco casos personales de parejas mixtas en China, algunas de las cuales han terminado casándose y teniendo hijos, a los que las cosas le van de maravilla. Yo siempre he abogado por el mestizaje y me parece algo con más ventajas que inconvenientes, pero de un tiempo a esta parte he notado que mi nivel de interés por las chinas ha decaído muchísimo, en comparación con los dos primeros años. Claro que se me siguen yendo los ojos detrás de una chica atractiva cuando voy por la calle, pero de ahí a que me vuelva a apetecer una relación seria con alguien de este país va un buen trecho.


“Una vida con amor es algo feliz; una vida por amor es algo estúpido.”

Algo de léxico
relación amorosa: 浪漫关系 (làngmàn guānxi)
choque cultural: 文化冲击 (wén huà chōng jī)
cortar con alguien: 分手 (fēnshǒu)
婚恋 (hūnliàn): Esta palabra significa “enamorarse y casarse”, aunque en realidad el caracter que indica “boda” () precede al de amor.

lunes, 21 de abril de 2014

¡Gargajo va!



No es nada extraño al caminar por cualquier ciudad china escuchar a algún viandante emitir una sonora regurgitación seguida de un rápido salivajo que suele impactar en el pavimento. El tamaño del gargajo no es necesariamente proporcional al ruido previo al lanzamiento. Esto es algo que suele repeler, sobre todo al principio de estar aquí, pero que con el tiempo pasa a formar parte del conjunto de innumerables sonidos procedentes del entorno urbano. Pero, este indecoroso hábito, ¿se trata de un rasgo ligado a la cultura o es simplemente una falta de educación propia de alguien carente de modales y civismo?

Traducción: Falta un poquito de educación













Cuando les planteé esta cuestión a mis estudiantes, todos al unísono respondieron que escupir en la calle y otros lugares públicos era típico de personas maleducadas y que, como en China había tanta gente, había más probabilidad de toparse con dichos individuos. De acuerdo, pero ¿por qué esto es algo que ocurre en China y no en otros países asiáticos? He viajado por Laos, Camboya, Myanmar, Indonesia, etc. y en ninguno de estos lugares he presenciado tal cantidad de escupitajos mientras paseaba por la calle. Claro que la gente escupe, por supuesto, pero lo hace de manera discreta y sin reproducir ese repugnante sonido que anticipa el esputo.



















Por tanto, he investigado un poco acerca de los orígenes de este particular hábito entre la comunidad china. Por lo que he leído por ahí, antaño era algo que se veía como algo natural e incluso significaba un acto saludable; la gente pensaba que tragarse la saliva equivaldría a corromper el cuerpo con elementos impuros por lo que lo más sano era expulsarla a cada momento. Tan normal era eso de escupir que hasta afamados e ilustres personajes, como el mismísimo Mao, portaban su recipiente especial para sus distinguidos lapos cuando se reunían con otros líderes mundiales.


Pero cada día hay más chinos que se indignan ante este comportamiento y ya existen campañas de sensibilización para erradicarlo, sobre todo por motivos de higiene y salud. Incluso hay ciudades, como Beijing, en las que la policía pueda llegar a multar al que lancé sus flemas en la vía pública.



















Creo que tienen que pasar unas cuantas generaciones más para que los chinos destierren para siempre esta mala costumbre. La gente no suele reprender en público los actos de los demás y suelen obviar muchas conductas incívicas. Así que nada, una buena dosis de paciencia y también tolerancia, pues no podemos olvidar que nosotros tampoco estamos exentos de indecoro y que muchas acciones que consideramos naturales (hablar en voz alta, por ejemplo) también son consideradas irrespetuosas en diferentes culturas.


“A fin de que seas mejor persona, purifícate todos los días.”


Algo de léxico
escupir: 吐痰 [tǔtán]
saliva: 唾沫 [tuòmo]
malos modales: 没有礼貌 [méi yǒu lǐ mào]
repugnante: 令人厌恶的 [lìngrényànwùde]



martes, 15 de abril de 2014

Enigmas musicales


Rojo como el cielo rojo, rojo en el atardecer. Rojo como un prohibido, rojo como mi jersey…

Hace unos días, mientras volvía a casa en taxi, sonaba de fondo una emisora musical radiando lo mejorcito del pop chino. De repente, empezó a sonar una melodía que me era familiar. “(这个是西班牙语! (Esto es español)”, le dije al taxista. Se trataba de la canción “A todo color”, del grupo Las Escarlatinas. Ya sabía que era un tema muy popular entre mis alumnos, que lo conocen desde que entran a primer curso, pero no imaginaba que incluso sonaba en emisoras de radio. Me resultaba increíble que una canción, prácticamente desconocida en España, pudiera haber tenido tanto éxito en la mismísima China.



La primera vez que oí hablar de este grupo fue hace un par de años, cuando organizamos el concurso de karaoke. La alumna que pidió interpretar “A todo color” fue la única que tuvo que cantar sin poder ver la letra en la pantalla. Solo conseguí encontrar un vídeo con la canción y nada más. Luego, seguí investigando hasta que llegué a este enlace, donde cuentan la vida de Las Escarlatinas y su discografía. Como curiosidad, comentar que una de las componentes, Lúa, es hija de Miguel Ríos. He estado demasiado tiempo fuera y casi no estoy al tanto de la actualidad música española, por eso desconozco hasta que punto estas cuatro chicas son conocidas en su tierra.


















Supongo que el caso de “A todo color” no es el único en el que una canción que nadie reconoce en su país de origen, acaba teniendo un fulgurante éxito en otro lugar. Lo noto cuando le pregunto a los alumnos por las canciones en español que conocen. A veces, entre temas de Shakira, Juanes o La Oreja de Van Gogh, se cuelan títulos que a saber como han llegado a sus auriculares. No solo de bandas o cantantes a los que solo conocen cuatro gatos, sino de clásicos de tiempos pasados que por arte de magia vuelven a renacer en las ondas hertzianas chinas. Aquí va un ejemplo, muy apreciado por mis estudiantes:



Me pregunto si las componentes de Las Escarlatinas sabrán que lo están petando en China. Lo mismo les ocurre como al cantautor Rodríguez en Sudáfrica, tal y como cuentan en Searching for Sugar Man, un documental que os recomiendo encarecidamente. Almudena, Belén, Lúa y María, si llegarais a leer esto algún día, lo mismo os entran ganas de montar una gira por aquí. El lleno lo tendréis asegurado, que no os quepa duda.


“La tinta más pobre de color vale más que la mejor memoria.”


Algo de léxico
escarlatina: 猩红热 [xīnghóngrè]
A todo color: 五颜六色 [wǔyánliùsè]
éxito: 成功 [chénggōng]
enigma: 不解之谜 [bùjiězhīmí]