lunes, 17 de diciembre de 2012

El poder de las agujas

Tras probar con diversos remedios tales como el masaje, aplicación de jengibre, cremas, sprays, finalmente, la semana pasada, decidí intentar solucionar mis dolores musculares recurriendo a la acupuntura, una de las técnicas más populares dentro de la medicina tradicional china. Era de las poquitas cosas que me quedaban ya por probar en este país, en cuanto a tratamientos médicos se refiere, y desde luego puedo corroborar que sus efectos son maravillosos. A día de hoy, el dolor agudo que sufría en el brazo derecho cada mañana al levantarme se ha convertido en una leve molestia, que tiende a desaparecer cada día que pasa.



















Como ya sabéis, la técnica de la acupuntura consiste en introducir en el paciente una serie de agujas (a mi me clavaron 8 en cada una de las dos sesiones que hice) en puntos claves de nuestro cuerpo, con el fin de mejorar su salud y bienestar. Dichos puntos se hallan en mitad de corrientes de energía, llamadas meridianos, y su estimulación ayuda a que ésta se distribuye adecuadamente por nuestro cuerpo, reduciendo desequilibrios que pueden llevar al dolor y la enfermedad. Las agujas quedan insertadas durante unos 30 minutos, durante los cuales podemos, por ejemplo, charlar con los demás pacientes (al menos aquí en China, tres o más “acupunturizados” pueden compartir la sala sin ningún problema).

















 

Hay varios tipos de acupuntura. En mi caso, el terapeuta utilizó la electroacupuntura, en la que se conectan unos electrodos a los extremos de las agujas, mientras que un aparatito va emitiendo corrientes eléctricas que activan los puntos asociados a nuestra dolencia. Por muy “gore” que suene, el procedimiento no duele lo más mínimo, salvo los pinchazos del principio, que duran milisegundos. Es más que nada incómodo, sobre todo si uno lo hace por primera vez. Tras retirar las agujas, el médico me remató con la técnica de las ventosas (me puso solo tres), de la que ya hable aquí hace casi un año.

 La navidad ya ha llegado a Shaoxing.


 Este es el aparato que emitía las descargas.

Aparte del dolor muscular y trastornos relacionados con el mismo, la acupuntura también se usa en pacientes con problemas digestivos, enfermedades respiratorias (bronquitis, asma), reumatismo, jaquecas, insomnio, e incluso en disfunciones sexuales, como la impotencia. Se ha demostrado también beneficios en la cura del alcoholismo y otras adicciones, así como en el tratamiento de la obesidad.



















Habrá posiblemente más de uno que esté leyendo esto con cierta incredulidad, y desconfíe de la efectividad de los métodos tradicionales en general. A menudo se suele ver la acupuntura como una superchería, un fraude en el que unos timadores se aprovechan de la candidez e ignorancia del paciente para sacarle los cuartos. Sus detractores atribuyen sus beneficios al efecto placebo y la autosugestión del paciente, argumentando que el lugar donde se claven las agujas es totalmente irrelevante. No sé si se equivocan o llevan razón, lo que es cierto es que mi brazo se encuentra mucho mejor en este momento. No dudo de que haya muchísimo farsante por ahí suelto y que es conveniente andarse con cuidado con estas cosas (si se realiza sin conocimiento, puede acarrear problemas secundarios), pero en mi caso particular, tengo la seguridad de que he dado con un médico que sabe lo que hace, y al que no descarto volver si así hiciera falta en el futuro.

Por si estáis más interesados, aquí os dejo este completo blog: http://www.escuela-acupuntura.com/



"El hombre se enferma cuando sus sentimientos no están en equilibrio."


Algo de léxico

acupuntura: 针灸疗法 (zhēnjiǔ liáofǎ)
aguja: (zhēn)
pinchar: (chuō)
energía: 能量 (néng liàng)
curar: 治疗 (zhìliáo)

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