lunes, 31 de diciembre de 2012

Ahí te quedas, 2012

Hacía ya tiempo que no deseaba el final de un año con tantas ganas. Sin llegar a ser totalmente nefasto, el 2012 para mí no ha sido desde luego un año para recordar, al menos comparado con otros. Como siempre digo, no han faltado buenos momentos, pero en general he vivido este año más con sombras que con luces. También ahora he llegado a un punto en el que la idea de pasar más tiempo en China ya no me entusiasma como antes. La única posibilidad de seguir en este país pasa por cambiar por fin de lugar de trabajo, algo que no sucedería hasta el próximo agosto, y que visto lo visto no está tan fácil. Pero aún así, hay muchos otros motivos, no solo laborales, que me empujan a irme de aquí, y que mejor relataré a su debido tiempo en otra entrada. Sea como sea, me alegro mucho de que se acabe el año en que vivimos sórdidamente.



















A pesar de haber estado en España solo en verano, la crisis y el malestar generalizado que se vive allí no me ha sido para nada ajeno. Sigo a diario las noticias y el ambiente no invita para nada al optimismo, lo que me afecta aunque siga teniendo trabajo. El verano me “contagié” de este mal rollo y regresé a China algo cabizbajo, pensando como había cambiado la situación, y de que mi principal razón de permanecer aquí ya no era tanto el interés por el idioma, la cultura, etc sino la mera necesidad y el miedo a lo que me esperaba en mi tierra si se me ocurría volver. Cada vez me cuesta más encontrar motivos para seguir, más allá de garantizarme las habichuelas, y esto no es bueno. Empecé una relación con una chica china, pero al final no salió bien, lo que no ha hecho más que acrecentar mi decepción con este país. Todo ello ha conducido a una espiral de pequeños problemas que se van juntando, y que se acaban mezclando con la salud y el rendimiento laboral. Por suerte, no es la primera vez que pasó por algo así, y saldré de esta si o si.



Pero bueno, como digo, no todo ha sido tan desastroso. Por ejemplo, si tengo que reseñar algún logro palpable y digno de mencionar en este 2012, ese es la confirmación de mi nivel de chino, tras conseguir el certificado HSK (el diploma oficial de mandarín) de grado 3 (intermedio). La verdad es que no fue complicado, solo quería corroborar con algún tipo de título el nivel que ya sabía que tenía. El verdadero reto vendrá el próximo mes de abril, cuando me presente al grado 4. Por lo que llevo preparado, sé que no va a ser tan sencillo, pero allá voy. A nivel oral, ya a estas alturas noto que me puedo desenvolver sin problemas en muchas situaciones, aunque todavía me cuesta entender a la gente, más que nada por el acento o el uso de dialectos locales. Pero si me hablan claro y sin prisas, puedo pillarlo casi todo.



Todas las neblinas se acaban disipando cuando pienso en el capítulo de viajes. No han sido tantos, pero todos han valido la pena. Para empezar, el clásicoviaje durante las vacaciones de invierno, esta vez visitando Camboya y Laos, lleno de momentos épicos... el giro en bicicleta por los templos de Angkor Wat, el paseo en elefante en Luang Prabang, la bajada de río montado en una rueda de neumático en Vang Vieng... y por supuesto, esos días en Bangkok, ciudad que volveré a visitar muy pronto, como antesala de lo que espero sea otro gran viaje, esta vez por Myanmar (antigua Birmania). En China, pude ver de cerca los legendarios guerreros de terracota en Xian, conocí la vecina ciudad de Ningbo y descubrí un rincón sin igual en los tulou de la provincia de Fujian. Si solo me quedará con esto, diría que ha sido un año fantástico, pero por desgracia no se puede estar siempre con la mochila al hombro.





No quiero que penséis que estoy mal ahora, es solo un bachecillo y seguro que las cercanas vacaciones me ayudarán a coger fuerzas. El balance general quizás si que sea algo negativo, pero las ganas de seguir adelante, descubrir y contar cosas nuevas siguen intactas, así como las de aprender y encontrar gente nueva, como las que he conocido en estos últimos 365 días, que no ha sido poca (aunque también han habido muchos que quizás no vuelva a ver en mucho tiempo).

Gracias a todos los que habéis seguido leyéndome también en 2012, y a todos los que han hecho posible que no sea tan tan malo con vuestro apoyo. Feliz año y que tengáis una estupenda entrada en 2013. Yo la mía la haré esta vez desde Shanghai, a ver si llego a tiempo de encontrar uvas que me cierran el mercado.




Un buen comienzo es la mitad de la batalla.”


Algo de léxico

nochevieja: 新年夜 (xīnnián yè)
balance: 平衡 (pínghéng)
deseos: 祝愿 (zhùyuàn)
esperanzas: 希望 (xīwàng)

lunes, 24 de diciembre de 2012

Navidades chinescas 3.0

Como cada año al llegar estas fechas, cual mensaje de monarca rancio, me dispongo a redactar mi entrada navideña, más que nada para mandar un saludo a los míos (y al que me lea, claro está) y desearles unas felices fiestas. Con esta ya hacen tres navidades las que paso en China, tres nochebuenas seguidas ya aquí, que se dice pronto. Una noche más en la que me volverá a entrar la habitual morriña, omnipresente desde que veo el primer árbol de Navidad en las calles. Y de regalo, también aparecerán de nuevo los típicos pensamientos de “qué estoy haciendo aquí, tan lejos de casa”, y cosas por el estilo. A estas alturas ya debería estar habituado a este tipo de situaciones, pero creedme, al final siempre vuelve a resurgir la nostalgia.




















Por suerte, ya sabéis que aquí no me falta con quien pasar y celebrar estas fechas. Hay otros profesores extranjeros a los que, al igual que yo, les gustaría poder estar en estos momentos reunidos con sus familia, pero que no tienen otro remedio que pasarlos aquí. Haremos una fiestecilla en el apartamento de una profesora polaca, cantaremos, repartiremos regalos, beberemos, nos pondremos como perras, y mañana (día laboral, a pesar de ser Navidad) los alumnos tendrán que aguantarnos de resaca. Prometo no pasarme con la bebida, más que nada por que me lo recomendó el médico de la acupuntura. Previo a esta parranda, los estudiantes organizan fiestecillas en sus aulas, donde basicamente no se hace otra cosa que comer chucherías y hacer juegos. Son siempre un poco rarunas las fiestas navideñas organizadas por chinos, pero bueno, entretienen y siempre hay algún momento entrañable.

Pero si hay algo que de verdad me ha entusiasmado y conmovido por igual este año durante estos días en China, han sido las fiestas con los más pequeños. No sé si comenté que desde septiembre estoy trabajando los fines de semana como profesor de inglés para niños. Pues bien, este pasado fin de semana se han organizado las conmemoraciones navideñas en las escuelas, y he hecho jornada intensiva, guitarra y gorro de Papa Noel en ristre. He acabado reventado y hasta los mismísimos del “Jingle Bells” y el “we wish you a merry christmas”, pero tengo que reconocer que me lo he pasado en grande, como en casi todas las clases que hago con los críos. Aunque de vez en cuando hay algún que otro niño “coñazo”, en general da gusto enseñar a estas personitas, todavía no demasiado contaminadas por la irracional presión social de este país.





Me despido ya deseándoos, como digo, una feliz noche y que disfrutéis el resto de festividades con alegría y optimismo a pesar de la que está cayendo, que seguro que siempre hay algún motivo por el que alegrarnos y mantener la esperanza. En mi caso, una oferta para trabajar en Filipinas a partir de septiembre de 2013, a la cual quiero optar, y que me haría muy muy feliz de conseguir el puesto. Sé que tengo opciones, y voy a pelear por ello. Esto ha hecho disiparse un poco las nubes grises, animándome y permitiéndome mirar con mejor cara el año que está por venir. Este es el mío, ya veréis.

¡Feliz navidad a todos! 圣诞快乐!








 
Jamás desesperes, aun estando en las más sombrías aflicciones, pues de las nubes negras cae agua limpia y fecundante.”

Algo de léxico

Navidad: 圣诞节 (shèngdàn jié)
Nochebuena: 平安夜 (píng'ān yè)
celebrar (una fiesta): 庆祝 (qìngzhù)
felicitar: 祝贺 (zhùhè)
morriña: 想家 (xiǎngjiā)
resaca: 宿醉 (sùzuì)


lunes, 17 de diciembre de 2012

El poder de las agujas

Tras probar con diversos remedios tales como el masaje, aplicación de jengibre, cremas, sprays, finalmente, la semana pasada, decidí intentar solucionar mis dolores musculares recurriendo a la acupuntura, una de las técnicas más populares dentro de la medicina tradicional china. Era de las poquitas cosas que me quedaban ya por probar en este país, en cuanto a tratamientos médicos se refiere, y desde luego puedo corroborar que sus efectos son maravillosos. A día de hoy, el dolor agudo que sufría en el brazo derecho cada mañana al levantarme se ha convertido en una leve molestia, que tiende a desaparecer cada día que pasa.



















Como ya sabéis, la técnica de la acupuntura consiste en introducir en el paciente una serie de agujas (a mi me clavaron 8 en cada una de las dos sesiones que hice) en puntos claves de nuestro cuerpo, con el fin de mejorar su salud y bienestar. Dichos puntos se hallan en mitad de corrientes de energía, llamadas meridianos, y su estimulación ayuda a que ésta se distribuye adecuadamente por nuestro cuerpo, reduciendo desequilibrios que pueden llevar al dolor y la enfermedad. Las agujas quedan insertadas durante unos 30 minutos, durante los cuales podemos, por ejemplo, charlar con los demás pacientes (al menos aquí en China, tres o más “acupunturizados” pueden compartir la sala sin ningún problema).

















 

Hay varios tipos de acupuntura. En mi caso, el terapeuta utilizó la electroacupuntura, en la que se conectan unos electrodos a los extremos de las agujas, mientras que un aparatito va emitiendo corrientes eléctricas que activan los puntos asociados a nuestra dolencia. Por muy “gore” que suene, el procedimiento no duele lo más mínimo, salvo los pinchazos del principio, que duran milisegundos. Es más que nada incómodo, sobre todo si uno lo hace por primera vez. Tras retirar las agujas, el médico me remató con la técnica de las ventosas (me puso solo tres), de la que ya hable aquí hace casi un año.

 La navidad ya ha llegado a Shaoxing.


 Este es el aparato que emitía las descargas.

Aparte del dolor muscular y trastornos relacionados con el mismo, la acupuntura también se usa en pacientes con problemas digestivos, enfermedades respiratorias (bronquitis, asma), reumatismo, jaquecas, insomnio, e incluso en disfunciones sexuales, como la impotencia. Se ha demostrado también beneficios en la cura del alcoholismo y otras adicciones, así como en el tratamiento de la obesidad.



















Habrá posiblemente más de uno que esté leyendo esto con cierta incredulidad, y desconfíe de la efectividad de los métodos tradicionales en general. A menudo se suele ver la acupuntura como una superchería, un fraude en el que unos timadores se aprovechan de la candidez e ignorancia del paciente para sacarle los cuartos. Sus detractores atribuyen sus beneficios al efecto placebo y la autosugestión del paciente, argumentando que el lugar donde se claven las agujas es totalmente irrelevante. No sé si se equivocan o llevan razón, lo que es cierto es que mi brazo se encuentra mucho mejor en este momento. No dudo de que haya muchísimo farsante por ahí suelto y que es conveniente andarse con cuidado con estas cosas (si se realiza sin conocimiento, puede acarrear problemas secundarios), pero en mi caso particular, tengo la seguridad de que he dado con un médico que sabe lo que hace, y al que no descarto volver si así hiciera falta en el futuro.

Por si estáis más interesados, aquí os dejo este completo blog: http://www.escuela-acupuntura.com/



"El hombre se enferma cuando sus sentimientos no están en equilibrio."


Algo de léxico

acupuntura: 针灸疗法 (zhēnjiǔ liáofǎ)
aguja: (zhēn)
pinchar: (chuō)
energía: 能量 (néng liàng)
curar: 治疗 (zhìliáo)

martes, 11 de diciembre de 2012

¡No me seas 250!

Ya comenté una vez la importancia de los números en las costumbres y supersticiones chinas, y que en muchas ocasiones pueden determinar las decisiones de una persona en su vida diaria. Esta trascendencia de las cifras se refleja también en el mismo lenguaje. Así, existen numerosas expresiones en el idioma chino en las que determinada combinación de números tiene uno u otro significado. Una de ellas es la que encabeza la entrada, 250 (二百五, èrbǎiwǔ), que significa tonto o imbécil. La versión más extendida pone su origen en el período de guerras entre estados (alrededor del 400 A.C), cuando un mensajero, amigo del emperador del norte, fue asesinado. El mandatario, enfurecido intentó tender una trampa al asesino, ofreciendo una recompensa de 1000 monedas de oro al primero que confesara el crimen. A la convocatoria se presentaron cuatro personas. Cuando el emperador les preguntó que como pensaban repartir el premio, ellos respondieron al unísono que 250 para cada uno. Dicho esto, el emperador ordenó que les ejecutasen diciendo algo así como <<llevaos estos “250” y cortarles la cabeza.>>. Desde entonces se usa este número como sinónimo de idiota.























Otra cifra muy usada también en el lenguaje coloquial y también con connotaciones negativas, es el 38 (pronunciado como “tres” y “ocho” separados, 三八, sānbā), que suele designar a alguien muy chismoso y entrometido. Normalmente se usa para mujeres. Una teoría sostiene que se debe al Día Internacional de la Mujer, el 8 del Marzo (los chinos dicen las fechas, diciendo primero el mes, el 3 en este caso, y luego el día), y a que se relaciona el género femenino con los cotilleos. Sea como sea, es un término muy peyorativo y que en ocasiones puede equipararse incluso a insultos como “zorra”.





























El número 11, por su parte, además de ser un número asociado a la gente que no tiene pareja (el 11 de noviembre es el día de los solteros en China), se usa para indicar que alguien va a algún lado a pie. Se usa con la expresión “坐十一路 (zuò shí yī lù)”, literalmente traducido como “tomar el (autobús) número 11”. El motivo es que los dos “unos” del 11 recuerdan a la forma de dos piernas.




















Por último cabe mencionar una serie de combinaciones numéricas muy usadas en mensajes de texto, correos electrónicos y chat, en los que existe una correspondencia de tipo fonético. Así es el caso del 520 (wǔ èr líng) que suena parecido a 我爱你 (wǒ ài nǐ ), y por tanto significa “te quiero”. Por su parte, la pronunciación del 360 (sān liù líng) recuerda a la expresión 思恋你 (sīliàn nǐ), mientras que 5376 (wǔsānqīliù) es como decir que uno está enfadado (我生气了, wǒ shēngqìle). Así podíamos tirarnos horas combinando números, fabricando nuevos significados. De momento aquí lo dejo, 596 (“me voy”), 88 (“adiós”)!!




El hombre sabio instruye sin utilizar las palabras.”


Algo de léxico

número: (shù)
mensaje oculto: 隐藏的信息 (yǐncáng de xìnxī)
significado: 意思 (yìsi)

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Ladrillo viene, ladrillo va

Este lunes estuve de nuevo en Shanghai ya que he tenido que ir a renovar el pasaporte, el cual me caduca pronto y necesito validez suficiente para mi próxima visita a Myanmar en enero. El consulado español está situado en pleno distrito de Pudong, concretamente en la torre Jin Mao, justo al lado del rascacielos del Shanghai WFC (World Financial Center), el hasta ahora más alto de China y cuarto del mundo. Unos días antes me enteré que este edificio dejaría pronto de ocupar esta posición, ya que China ya está planeando construir una nueva obra faraónica, el Sky City One, esta vez en la ciudad de Changsha, la cual alcanzará una altitud de 838 metros, superando incluso a el Burj Khalifa de Dubai. Lo más sorprendente es que se han propuesto el reto de acabarla en solo tres meses, de locura.

























Así se supone que quedará finalizado

La fiebre constructora china por lo que se ve no tiene límites, así como el afan de demolir viejas estructuras para dar paso a otras más modernas y acordes con el estatus de China ante el mundo como segunda potencia económica mundial. No obstante, en ocasiones hay propietarios que se resisten al avance de las excavadoras y se agarran al suelo de forma persistente y tenaz. Son los dueños de las conocidas como “casas clavo” (钉子户, dīngzihù). Uno de los casos más sonados ha llegado a su fin este pasado fin de semana, cuando la casa de Luo Baogen, de 67 años de edad, fue demolida tras resistir más de año y medio en mitad de una carretera en construcción. Las obras de la vía no se detuvieron y la constructora no tuvo mejor idea que rodear la casa, a ver si así lograba convencer al testarudo casero. Aquí tenéis la foto antes de la demolición y un video de la misma (en inglés).




En este último y surrealista caso, tras una ardua negociación, finalmente se llegó a un acuerdo en cuanto a la compensación que recibiría el propietario del inmueble por dejar su vivienda. Pero en otras muchas ocasiones, la maquinaria gubernamental no titubea a la hora del uso de la violencia o del chantaje para presionar y forzar a los inquilinos a que abandonen sus hogares, y así poder edificar a sus anchas. Esto ha conseguido que el tema de las demoliciones sea uno de los más polémicos y más criticados por la sociedad china en los últimos años, y ha dado pie a algunas movilizaciones y episodios de desobediencia civil.
























Aquí en Shaoxing también se ha disparado el “boom” urbanístico y pronto se pretende inaugurar el que será el primer gran rascacielos de la ciudad. Al mismo tiempo, los barrios de canales y casitas más antiguas están desapareciendo, perdiéndose gran parte de la magia de esta ciudad, la cual aún conserva zonas de postal. Me da pena el pensar que algún día todas ellas serán derruidas y sustituidas por grandes almacenes y modernos apartamentos. Es increible que se le tenga tan poco respeto y aprecio a lo tradicional en este país, al menos en cuanto a la arquitectura se refiere.


"El clavo que sobresale siempre recibe un martillazo."

Algo de léxico:

construir: 建设 (jiànshè)
edificio: (lóu)
rascacielos: 摩天大楼 (mótiāndàlóu)
demolición: 拆毁 (chāihuǐ)
megalomanía: 妄自尊大 (wàngzìzūndà)

lunes, 26 de noviembre de 2012

Ojos que no ven (tortazo que te pegas)

Creo que ya he hablado en alguna otra ocasión de la enorme presión que los solteros chinos, especialmente al pasar la treintena, sufren por parte de sus familiares y amigos, en relación al tema del matrimonio. El estrés es aún mayor en el caso de las mujeres, algunas de las cuales ya empiezan a mostrar signos de desesperación incluso con 25 años. Es por ello que en China encontrar pareja sea algo primordial en los tiempos que corren, nadie quiere quedar al margen de esta exigente sociedad. Hoy día, gracias a Internet y la proliferación de las redes sociales, la tarea de buscar la otra mitad se facilita bastante, y son cada vez más los usuarios que recurren a agencias especializadas en la red para sus propósitos. Pero todavía hay padres muy suspicaces que desconfian de estos nuevos métodos, y prefieren que sus hijos hallen su futuro cónyuge según el método tradicional: el xiangqin (相亲, xiāng qīn) o cita a ciegas concertada.

















El método del xiangqin, cuyo significado literal es algo así como “evaluar el matrimonio”, se lleva practicando en China desde tiempos remotos. Basicamente consiste en que los padres de fulanito se reunen con los de fulanita, y charlan e intercambian información sobre sus retoños: formación académica, apariencia física, personalidad, pasatiempos, signo del zodíaco, etc. Como si fuera una entrevista de trabajo, pero con el matrimonio como meta. Si finalmente ambas familias llegan a un acuerdo y ven que la relación puede tener futuro, hablan con los hijos para organizar una cita. Esta es la parte más complicada, ya que las expectativas de los jóvenes muchas veces no coinciden con las de sus padres, y se intentan escaquear. A veces, si que acuden al encuentro “amoroso”, pero sin ningún interés en la otra persona, solo lo hacen para complacer a su familia y evitar que les agobien. Esto contrasta con épocas pasadas, en las que los potenciales marido y mujer acataban a rajatabla los deseos de sus progenitores, y se casaban sin rechistar, independientemente de que existiera o no algo a lo que se le pudiera llamar amor.




















Normalmente, las familias suelen acudir a amistades cercanas con las que tienen guanxi, y que tengan también hijos célibes. Así todo queda en la misma red de contactos. En algunas ciudades existen lugares, como determinados parques, en los que los padres o abuelos de solteros organizan una especie de “feria del amor” en la que no tienen ningún reparo a la hora de publicitar a sus vastagos. Así, cada progenitor expone las mejores fotos de sus descendientes, su experiencia laboral, y todos los demás datos personales que pueden atraer a otro padre en la misma situación. Todo sea por ahorrarles la tarea a sus hijos, demasiado ocupados hasta para ir de ligoteo.




















Por suerte no todo es tan esperpéntico y enfermizo en China a la hora de hablar de relaciones de pareja. Cada vez son más los jovenes que prefieren buscar el verdadero amor por su cuenta, y pasan de citas concertadas. Entre mis estudiantes, la mayoría rechaza abiertamente este tipo de métodos, aunque al mismo tiempo reconocen las dificultades que tienen para encontrar novio o novia por su cuenta. En ocasiones, es la falta de tiempo, en otras la ausencia de lugares comunes de encuentro, o simplemente pura cuestión demográfica (en China hay una proporción de 130 hombres por cada 100 mujeres). Lo que es cierto que hay que currárselo mucho (o ser muy afortunado) para encontrar una pareja aquí, y que ésta nos quiera de verdad.


El amor empieza con los ojos y termina con la costumbre.”

Algo de léxico

romántico: 浪漫 (làngmàn)
amor verdadero: 真爱 (zhēnài)
concertar: 安排 (ānpái)
cita: 约会 (yuēhuì)
fracaso amoroso: 失恋 (shīliàn)

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Los cinco magníficos

Llevo ya más de dos años escribiendo este blog y hasta ahora no se me había ocurrido hablar de una de las cosas que más aprecio de China, que no es otra cosa que su sensacional comida. La gastronomía china es muy variada y cada región tiene sabores y especialidades completamente diversas. Desde el picante de la cocina de Sichuan (provincia en el oeste de China), hasta el sabor agridulce más típico en las provincias del sur, la oferta culinaria es enorme y uno no termina nunca de descubrirla. Yo intento al menos una vez a la semana probar algo diferente, pero al final siempre tiendo a consumir los mismos platos, de los cuales quiero destacar aquí mis cinco preferidos.

Para empezar, un plato que suelo pedir cuando como con chinos, ya que a los extranjeros que conozco no les suele hacer mucha gracia. Se trata del pidan doufu (皮蛋豆腐, pídàn dòufu), que se sirve frío, y utiliza el tofu como ingrediente estrella. A mi de nunca me ha atraido este derivado de la soja, pero poco a poco he ido tolerando su sabor y textura. En este caso se acompaña de trozos del llamado “huevo milenario”, un huevo de pato que se entierra en una mezcla de barro y cenizas durante unos días, y cuya clara adquiere un característico color negro y un sabor particular. Hay gente a la que le da asco, pero a mi me encanta. Se suele acompañar con pedacitos de cebolleta verde.



A continuación, el jingjiang rousi (京酱肉丝, jīng jiàng ròu sī) , un plato típico de Beijing y de toda la región del Dongbei, el noreste de China. Consiste en tiras de carne de cerdo salteadas en una salsa dulce derivada de la soja, llamada tianmianjiang (甜面, tiánmiànjiàng). Se sirve en una base de puerros frescos cortados en tiras finas, junto a una especie de tortitas hechas de soja. Dichas tortitas que sirven para envolver la carne y los puerros, y comerlo todo como si fuera un “burrito”. Una delicia.



El siguiente plato es una de las delicatessen del restaurante sichuanés (de la región de Sichuan) al que solemos ir con frecuencia y donde el picante es el sabor habitual. Se trata del ganbian tudou (干煸土豆, gān biān tǔdòu), que no es otra cosa que un plato de patatas fritas mezcladas con chile picante, ajo, jengibre, cebolleta, y una especie de granos de pimienta llamada huajiao (花椒, huājiāo), que le da un sabor especial a los platos originarios de esta región. Un plato simple, pero exquisito.



Una verdura que suelo consumir casi a diario es la berenjena (茄子, qiézi). Hay varios platos que la incluyen como ingrediente principal, pero mi favorito con diferencia es el roumo qiezi (肉末茄子, ròu mò qiézi), que es un sofrito de berenjenas, cebollas, cebolletas y carne de cero picada, mezclado con una salsa agridulce. Esto está que se sale.



 Y,  finalmente, la lista la encabeza otro plato típico de Sichuan y que tiene cautivados a la gran mayoría de la colonia de laowais del campus. Me estoy refiriendo al mítico gongbao jiding (宫保鸡丁, gōng bǎo jī dīng), cuyo nombre del plato recuerda a Ding Baozhen, gobernador de Sichuan en la época de la dinastia Qin, y que ostentaba el título de gongbao (guardian de palacio). Consiste en pollo troceado, cocinado con los clásicos ingredientes de la cocina sichuanesa, como son la pimienta y los chiles picantes, y además también incluye cacahuetes. Una de las joyas de la cocina china, fantástico.



Lo curioso es que no recuerdo haber encontrado ninguna de estas comidas es ningún restaurante chino en España. Hay que venir aquí para disfrutar de verdad de este tipo de cocina, a ver si os animáis. Para los que se atrevan a intentar preparar estos platos en casa, aquí os dejo, por ejemplo, este blog repleto de recetas muy bien explicadas, ya me contaréis que tal: http://www.cocina-china.blogspot.com/


Hay muchos dispuestos a meter su cuchara en la sopa, pero pocos que quieran ayudar a cocinarla.”


Algo de léxico

plato típico: 典型 (diǎnxíng de cài)
sabor: 滋味 (zīwèi)
sabroso: 好吃 (hǎochī)
carne: (ròu)
verdura: 蔬菜 (shūcài)

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Con el “kuangchie kuangchie” del tren

Esta semana, en una clase de chino, la profesora nos enseñó un texto en el que aparecía un perro que, en lugar de “guau guau”, hacía “wang wang” cuando ladraba. Esta es la onomatopeya en chino para imitar el ladrido de este animal, un detalle curioso que me animó a seguir investigando este tipo de palabras asociadas a sonidos concretos. La lista es inmensa, así que para no amodorrar mucho al personal, he recopilado los que más me han llamado la atención, por lo extraño o lo divertido que suena.
















En el apartado de sonidos animales me resultan curiosos los de insectos, como el grillo, que hace “chuchu” (蛐蛐, qūqū), o la abeja, la cual emite un “wengweng” (嗡嗡, wēngwēng) por zumbidoMás peculiar si cabe es el canto del pajaro (叽叽喳喳, jījizhāzhā, pronunciado más o menos como un “chichidyadya”), o el balido de la oveja (咩咩, miēmiē). Los chinos tienen incluso onomatopeyas para la rata (吱吱, zhīzhī, pronunciado como “dyidyi”), de la cual carecemos en nuestro idioma.
















Si queremos imitar el sonido del claxón de un coche, en chino diríamos “pa pa” (叭叭, ba ba), no vaya a ser que escuchemos un “hong” (, hōng), onomatopeya que indica golpe o colisión. Un “tang tang tang” (当当当, dāngdāngdāng) avisa que estamos llamando a la puerta, mientras que si hacemos una llamada teléfonica usaríamos un “ling ling” (铃铃, líng líng).




















En cuanto a sonidos producidos por el cuerpo humano, tambien hay una buena colección. Por ejemplo, el “mua” que en español utilizamos para los besos, los chinos lo expresarían con un “po” (, bo), al compás de un “pheng pheng” (怦怦, pēng pēng), al que recurrimos para señalar los latidos del corazón. Si se trata de un estornudo, en lugar de “achis” emplearíamos un “athi” (阿嚏, ā tì), y para el llanto sollozaremos con un “wuwu” (呜呜, wūwū), el mismo sonido que hace una vuvucela, mira por donde.





















Si queréis adentraros algo más en el maravilloso mundo de las onomatopeyas chinos, he encontrado un estupendo artículo en español que podéis encontrar pinchando aquí. Aparte, para los que quieran ir más allá, está este artículo de la Wikipedia (en inglés) sobre las diferentes onomatopeyas ordenadas por categorías en diversas lenguas, muy curioso.

La palma de una sola mano no hace ruido.

Algo de léxico:
onomatopeya: 拟声词 [nǐshēngcí]
sonido: 声音 [shēngyīn]
ruido: 噪音 [zàoyīn]
expresar: 表示 [biǎoshì]

martes, 6 de noviembre de 2012

El cuerno mágico

La semana pasada me ocurrió una de esas cosas que me hace pensar que la gente de este país tiene algo especial, y al mismo tiempo amortiguan todas esas pequeñas molestias del día a día de las que ya hablé hace poco. Resulta que ultimamente ando sufriendo pinchazos y molestias en el brazo derecho, sobre todo al levantarme, tras mantenerlo durante largo tiempo en la misma posición. Le comenté el problema a un colega chino del departamento de español y, de buenas a primeras, se remangó, me sentó en una silla y me hizo una pedazo de masaje terapéutico que me dejó nuevo. Por lo visto este señor, aparte de dar clases de español, posee un amplio conocimiento de la medicina tradicional china y sus métodos curativos, masajes, acupuntura, etc. Durante el tiempo que duró el masaje me estuvo recomendando algunos remedios para el dolor muscular, entre otros la aplicación de jengibre molido sobre la zona afectada, algo que desconocía por completo, y que me ha animado a investigar un poco más sobre esta planta y sus propiedades medicinales.


















El jengibre se empezó a utilizar en Asia hace unos 2500 años, no solo como condimento culinario, sino también como medicamento y acompañamiento simbólico en rituales religiosos. Concretamente en China, Confucio ya alababa las bondades de esta planta y así lo refleja en sus escritos. Se dice que el filosofo tenía la costumbre de comerla todos los días, incluso en periodos de ayuno y abstinencia, para mantenerse sano. En relación con su tratado sobre los conceptos del yin y el yang (como principios opuestos que se hallan en todas las cosas del universo y contribuyen a su equilibrio mismo), el jengibre ocupa un lugar destacado como comida yang (relacionada con el calor) que equilibra la comida yin (asociada al frío).
















Los usos médicos del jengibre van desde el tratamiento de problemas digestivos, como ulceras, indigestiones, nauseas, etc, hasta la cura de resfriados, aliviando la fiebre y la tos. También se suele usar con pacientes de artritis, reduciendo las hinchazones asociadas a esta enfermedad. Además se dice que previene las enfermedades del corazón e incluso el cáncer de piel. El jengibre se puede usar ingerido en infusión (a la que también se le puede añadir ajo o canela) o, en casos de inflamaciones y dolores musculares, aplicado con compresas sobre la zona afectada una vez mezclado con agua hirviendo (mi colega me aconsejó combinarlo con “baijiu” (白酒), un licor parecido al aguardiente).























Esta chavala aún no conoce el jengibre

De momento llevo un par de días machacando jengibre y poniéndolo en la zona de los hombros, y poco a poco voy notando cierto efecto relajante. Pero, por supuesto, esto no basta, así que también lo voy combinando con estiramientos entre clase y clase, más atención a la postura de los brazos cuando uso el ordenador, y un poco de taichi de vez en cuando. En unos días espero sentirme otra vez como nuevo.


Si ya sabes lo que tienes que hacer y no lo haces entonces estás peor que antes.”
Confucio

Algo de léxico

jengibre: (jiāng)
propiedades curativas: 愈合性能 (yùhé xìngnéng)
medicina tradicional (china): 中医 (zhōngyī)
dolor: 疼痛 (téngtòng)
masaje: 按摩 (ànmó)