domingo, 20 de octubre de 2013

Suspiros de España

Cada año, algunos estudiantes de mi universidad viajan a España como parte de un programa de estudios. Aquí permanecen durante todo un año académico, tiempo suficiente, no sólo para mejorar su español sino para entender mejor las costumbres y particularidades de los españoles en un contexto de inmersión real. A su regreso, siempre me interesa escuchar sus vivencias y compararlas con sus expectativas previas antes de partir. Este curso he decidido pasarles una encuesta para conocer mejor sus experiencias y al mismo tiempo hacerles reflexionar sobre las mismas. Mientras comento algunos de los resultados, os dejo algunas instantáneas sacadas de la pasada fiesta que, como viene siendo habitual, los alumnos organizan con motivo del Día de la Hispanidad. Este año casi nos quedamos sin ella por motivos logísticos (no nos querían dejar la sala por considerar el evento poco serio y sin relevancia), pero al final todo salió muy bien.

Exhibición de "zumba", uno de los platos fuertes de la noche

En general, todos los encuestados calificaron la experiencia en España como extraordinaria y muy positiva. Aparte de la mejora a nivel lingüístico, durante este tiempo pudieron gozar de todos los beneficios que supone viajar al extranjero (nuevas experiencias, apertura mental, nuevos sabores, etc.), algo que para casi todos era la primera vez que lo hacían. Además, muchos aprovecharon la oportunidad para visitar otros países de la Unión Europea. Entre otros aspectos que les encantaron, algunos destacan el color del cielo y los bajos niveles de polución, algo que, viniendo de China, es comprensible.




Pero no todo fue de color de rosa en “Xibanya”. Los estudiantes también sufrieron malas experiencias y algunos se sintieron discriminados en más de una ocasión. Apuntan que una parte de los españoles mantiene muchos prejuicios y estereotipos negativos sobre los chinos, y los relacionan con las mafias (esto se vio reforzado por el “Caso Emperador” el pasado mes de abril). Por otra parte, me comentan que en ocasiones sufrieron pequeños robos y que los taxistas los querían timar a veces (curioso el gremio de los taxistas, no hay país en el que no tengan mala fama). A pesar de todo, los estudiantes guardan un grato recuerdo de los españoles. Su impresión es generalmente positiva y destacan la amabilidad y hospitalidad de la gente. También hacen referencia al optimismo y al entusiasmo a la hora de hacer las cosas, aunque también señalan que muchas personas suelen ser un poco perezosas e impuntuales.







En el apartado de costumbres extrañas y curiosas, a la mayoría le llamó mucho la atención el tema de los horarios de las tiendas. Para los chinos, es muy chocante que muchos negocios cierren entre 2 y 5 de la tarde, y que no abran los domingos. También hay alumnos a los que les pareció curiosa la tradición de las doce uvas en Nochevieja, que la gente beba agua fría en vez de caliente y que algunos chicos se depilasen las piernas como las mujeres.
La canción del Abecedario, un clásico que no podía faltar



En lo que absolutamente todos los estudiantes coincidieron es en su deseo de regresar a España. De hecho, hay gente que tiene planeado realizar un máster allí una vez acaben sus estudios universitarios. Algunos me han dicho que esta encuesta les ha servido para rememorar lo vivido allí y obtener una visión más clara de lo que ha supuesto para ellos. Aparte, ahora entienden mejor las reacciones de los españoles en China ante determinadas situaciones (lo del agua caliente, por ejemplo). Para mí ha sido muy interesante en el sentido de que podré usar estos testimonios, tanto para motivar como para prevenir a los estudiantes de posibles situaciones indeseables durante su experiencia en mi país. Y de paso escribir esta entrada que espero haya sido de vuestro agrado.


La experiencia del pasado, si no cae en el olvido, sirve de guía para el futuro.”

Algo de léxico:
ir al extranjero:出国 [chūguó]
prejuicio: 偏见 [piānjiàn]
rememorar: 回忆 [huíyì]
pasodoble: 双步舞曲 (shuāngbù wǔqǔ), literalmente “danza del par de pasos”.

domingo, 6 de octubre de 2013

¡Qué vienen los chinos!

En estos días de asueto en China, donde dos tercios del país está viajando y el otro tercio en casa evitando encontrarse con los primeros, me gustaría comentar una noticia relacionada que ha aparecido en 20 minutos. El artículo en cuestión habla de “La guía del turista bien educado”, publicada por el Partido Comunista, y dirigida a sus compatriotas que viajan al extranjero. En los últimos años, la cantidad de turistas chinos allende sus fronteras se ha disparado y el gobierno desea que la gente dé una buena imagen de su nación. Así recomienda, entre otras cosas, no orinar en piscinas públicas ni meterse el dedo en la nariz. También hay consejos adaptados a cada país. En el caso de España, la guía dice que las mujeres deben llevar siempre pendientes, ya que de no ser así, parecería que van desnudas. Ojiplático me he quedado.

"Espera Meng Yun, ¡qué se me olvidan los pendientes!"

















Malentendidos culturales al margen, creo que la intención del artículo no es otra que estigmatizar un poco más a los chinos, centrándose en este caso en sus modales. A decir verdad, después de un tiempo viviendo y viajando en China, sí que he visto casos de turistas muy maleducados y cafres, pero como en todas partes. Por cada turista que mete la pata (no hablo de detalles como el dedo en la nariz o el escupir, sino de ensuciar lugares históricos, descuidar el medio ambiente, etc.), hay cientos de personas que se comportan estupendamente y bien podrían dar una lección a más de uno. Salvo casos aislados, como los que comenta la noticia, la mayoría de turistas chinos en el extranjero suelen tener un comportamiento educado y evitan confrontaciones con los nativos. No creo que esté bien generalizar con este tipo de cosas.


Veo bien que el gobierno chino advierta e intente educar a sus ciudadanos a la hora de viajar, especialmente en el extranjero, haciéndoles ver que las costumbres y comportamientos no son los mismas. Esto es algo que yo también hago en cierto modo con mis estudiantes antes de que se vayan a España a estudiar. Me pregunto por qué no hace lo mismo el gobierno inglés con sus educados súbditos que cada verano pueblan las costas españolas. O también el gobierno de Dinamarca, advirtiendo a sus conciudadanos que no se puede orinar en las vías públicas. Sin hablar de esa manada de australianos que cada año se reunen en Vang Vieng (Laos), para ponerse ciegos de todo y pasearse medio en bolas entre monasterios budistas. 


















Mirad que gran ejemplo de civilización nos ofrecen en este vídeo los hijos de la Gran Bretaña:



Por supuesto, nosotros, los españolitos, no estamos exentos de crítica. Conozco historias, vividas en primera persona, de compatriotas viajando en el extranjero que harían enrojecer de vergüenza a más de uno (el que se orinó en la puerta de la embajada de Suecia en Vilnius, ¿me está leyendo?). Pero el primero que debería aprender sobre modales en otros países, es nuestro querido presidente, Mariano Rajoy, que estos días ha estado de visita por aquí cerquita, en Japón, y pasó de inclinarse ante el emperador como indica el protocolo. Ahí, dando ejemplo a la nación.


















En definitiva, que por desgracia, idiotas hay en todas partes y no nos vamos a escapar de ellos, por muchas guías de buenos modales que se publiquen. Espero que en el futuro se vayan desechando estas malas maneras (ya se percibe cierto cambio entre las nuevas generaciones al menos) y, al mismo tiempo, seamos un poco más tolerante con el que viene de fuera. Que igual que yo no miro a los españoles que vienen aquí como corruptos que ven programas del corazón y les gustan los toros, tampoco se debería evaluar a un grupo de gente (en este caso, los chinos), a partir de casos aislados.

“Uno puede ocultar a un asesino, pero no se puede esconder la mala educación.”

Algo de léxico
generalizar: 笼统概括 (lóngtǒnggàikuò)
maleducado, rudo: 无礼 (wúlǐ)
civismo: 公民精神 (gōngmín jīngshén)
tolerancia: 宽容 (kuānróng)