martes, 26 de abril de 2011

Temporada cometera

Definitivamente el buen tiempo ha llegado a Shaoxing. De un día para otro, hemos pasado de vestir cazadoras a pantalones cortos. Incluso ya empiezan a verse por las calles los primeros paraguas (no para protegerse de la lluvia precisamente). Es, sin duda, la mejor época del año, tras un húmedo invierno y antes de que un sofocante calor nos de la primera bofetada. Este es el tiempo en que más gente puede verse en las calles, plazas, parques, haciendo actividades al aire libre, entre ellas el vuelo de cometas, uno de los entretenimientos más populares en China, que engancha tanto a los más pequeños como a los más talluditos.



Según cuentan las crónicas históricas, las primeras cometas se construyeron en China hace casi 3000 años, y solían tener fines militares. Más adelante, el vuelo de la cometa llegó a convertirse en un ejercicio de meditación utilizado por los grandes filósofos de la época, entre ellos el mismo Mozi, del que hablé hace poco. Para su construcción se utilizaban palos de bambú, papel o seda, y solían tener formas variadas, predominando los animales mitológicos, como el dragón o el ave fénix. Algunas hasta iban equipadas con cuerdas o silbatos para hacer música mientras volaban. Ya en tiempos de la dinastía Song (siglos X-XIII), volar la cometa se convirtió en el pasatiempo más practicado por los cortesanos, y ya a finales del siglo XIII comenzó a extenderse por Europa gracias a los viajes de Marco Polo.



En la actualidad, las cometas siguen gozando de gran popularidad entre personas de diferentes generaciones. Incluso existe una federación, con sede en la ciudad de Weifang (provincia de Shandong), que todos los años organiza un festival internacional, que hace unos pocos días cerraba su 28ª edición. No solo se premia la estética de la cometa, sino la habilidad del que la maneja. También son frecuentes los "combates", usando la llamada cometa tipo "fighter", la cual lleva un hilo especial con el que se intenta cortar y derribar la cometa del oponente.



Hablando de cosas que vuelan, el otro día se me metió en la habitación un inesperado visitante alado. Se trata de una especie de polilla gigantesca, del tamaño de un murciélago por lo menos. No había visto semejante bicharraco desde mi estancia en Costa Rica. Por lo visto, estos animales tienen una esperanza de vida de una semana, lo justo para consumar el acto de reproducción y hasta más ver. ¡Vaya vida tan bien aprovechada! Me dicen que este tipo de cosas (que se te cuele un animal volador en tu casa) traen buena suerte, a ver si es verdad.



"Cuando soplan vientos de cambio, hay quien construye muros de protección, otros construyen molinos de viento."

viernes, 22 de abril de 2011

La pasión china

Ni procesiones, ni nazarenos ni huevos de Pascua. Aquí en China, eso de la semana santa y la Pascua es algo completamente ajeno, y la mayoría de la gente (al menos mis estudiantes y mis colegas locales) no están al tanto de lo que se está celebrando en este mismo momento en los países cuya cultura estudian. La gran mayoría de los chinos se consideran ateos y no sienten el mínimo interés por la religión. Pero todavía existen grupos que siguen celebrando sus prácticas religiosas y conmemorando fechas tan señaladas como estas. En lo que se refiere a los cristianos, que en estos momentos viven su semana de pasión, estarían entre el 3 y el 5% de la población según cifras oficiales.



Al hilo del tema del cristianismo, me gustaría hacer referencia a una bizarra noticia que apareció no hace mucho en Internet, y que plantea la hipótesis de que Jesucristo bien podía haber nacido en el seno de una familia china, concretamente del Tibet. Según el investigador Wang Zhan, miembro de la Academia China de Ciencias Sociales, existen evidencias de que los padres de Jesús eran originarios de la ciudad de Ali, famosa porque sus habitantes practicaban ritos mágicos (entre ellos, caminar sobre las aguas y resurrecciones). Alrededor del año 10 A.C, hubo un masivo éxodo migratorio producido por la falta de recursos, que conduciría a millares de tibetanos hasta regiones tan lejanas como el rio Jordán. Entre estos emigrantes podría haberse encontrado los que hoy día conocemos como Maria y José.


¿Pedirían tofu en la última cena?

Existen otras teorías no menos controvertidas que dicen que las ideas y la filosofía que Jesús transmitía, estaban basadas en los escritos de un sabio chino, contemporáneo a Confucio, llamado Mozi, fundador del mohismo. Al igual que el líder cristiano, Mozi predicaba la igualdad entre los hombres y el amor universal, en especial hacia los más necesitados y desatendidos. Él planteó también la existencia del cielo y el infierno después de la muerte, y otras ideas comunes a los primeros dogmas del cristianismo. Se cree que, o bien a través de la ruta de la seda, o bien por textos procedentes de la bilioteca de Alejandría, la doctrina de Mozi podría haber llegado a las manos de Jesús.


Ilustración de Mozi

Sea cual sea el origen de Jesús y de sus ideas, lo cierto es que el cristianismo no llegó como tal a China hasta el siglo VII, a través de los nestorianos, un grupo cristiano procedente de Siria. Más adelante, a finales del siglo XVI, misioneros jesuitas llegarían a participar en audiencias con el emperador. Pero no fue hasta el siglo XIX, a raíz de la intrusión de países occidentales, cuando el cristianismo empezara a tener cierta importancia. Es en este periodo cuando tuvo lugar la rebelión Taiping, una guerra civil entre las fuerzas imperiales y una secta cristiana que se hacían llamar los Adoradores de Dios, liderados por un iluminado, Hong Xiuquan, que se autoproclamó como el hermano pequeño de Cristo. Con la llegada al poder de los comunistas en 1949, el cristianismo, al igual que el resto de religiones, sufrió una enorme represión y se prohibió su práctica. En 1982, el gobierno modificó la Constitución para permitir la libertad de culto, aunque todavía sigue ejerciendo cierto control sobre lo que se dice o se deja de decir en las iglesias.


Estatua de Hong Xiuquan

Ya seáis cofrades, ateos o pastafaristas, espero que estéis disfrutando de unos días divinos, nunca mejor dicho, de buen rollo y que si aún os quedan "cruces" por llevar, que se os hagan lo más livianas posibles. Yo, por mi parte, me voy esta noche de farra, con mucha pasión, como no, a ver si ocurre un milagro y subo a los cielos junto a algún conejo de Pascua.

"Le pedí a Dios todo para gozar la vida, él me dio vida para gozarlo todo."

lunes, 18 de abril de 2011

Huang Shan, la montaña amarilla



De vez en cuando, el departamento de mi universidad dedicado a los extranjeros, tanto estudiantes como profesores, nos sorprende con alguna que otra actividad con el fin de amenizar nuestro tiempo libre. Este pasado fin de semana, sin ir más lejos, se organizó una excursión a uno de los escenarios más impresionantes a nivel paisajístico de toda China: las montañas de Huang Shan, en la provincia de Anhui. Este fabuloso lugar, patrimonio natural de la UNESCO, ha servido de inspiración a pintores y escritores a lo largo de los siglos, y hoy día sigue siendo uno de los puntos más visitados del país, igualando a iconos nacionales como la Gran Muralla o los míticos guerreros de terracota.







Existen varias maneras de ascender la montaña. La más rápida y cómoda es mediante teleférico, que es lo que hicimos nosotros. Para los más intrépidos, hay dos rutas por las que se puede subir (y bajar) a pie. La ruta del oeste es más larga y dura (15 kilómetros de escalones de granito), pero el paisaje es más espectacular. Por su parte, la ruta del este, por donde descendimos, es casi el doble de corta que la primera, pero igualmente dura, tal y como atestiguan las agujetas que tengo en este momento. También está la posibilidad de ser llevado por dos porteadores en una silla de mano, algo que vi sensato para las personas con problemas físicos o niños pequeños, pero que me pareció bastante triste cuando el acarreado era un jovenzuelo.







Hay cantidad de lugares interesantes donde hacer un alto durante la ruta por las montañas, la mayoría con nombres tan sugerentes como el Pico de la Nube Púrpura o la Terraza Reconfortante. Una de los mayores espectáculos para la vista que se puede disfrutar desde los picos más altos es el mar de nubes que se extiende rodeando las rocas, algo tan solo visible al amanecer. Pero lo que más me llamó la atención del sitio es la variedad de rocas, cuyas caprichosas formas estimulan la imaginación del visitante.


Un móvil


Una liebre, está claro


Un percebe

La excursión estuvo bastante bien a pesar de la caminata que nos pegamos. Lo peor es que, al ser un viaje organizado, apenas tuvimos tiempo para disfrutar con calma de tan idílico escenario. Nuestro guía casi nunca nos explicaba nada interesante y se limitaba a gritarnos "go, go!", como si fuéramos ovejas. De todos modos, este es uno de los lugares al que llevaba tiempo deseando ir, y me alegro de haberlo visitado en esta época del año, el mejor momento, sin duda, para viajar por China.



"Si no subes la montaña no puedes ver el valle."

jueves, 14 de abril de 2011

El mono volador

Hace unas semanas estuve husmeando en la biblioteca de mi facultad, a ver que obras en español tenían. La mayoría eran libros de texto y diccionarios, y algún que otro manual de cocina china o guía turística, pero ni rastro de los clásicos de la literatura hispanoamericana. Entre lo poquito salvable que encontré estaba la traducción al castellano de uno de las obras más representativas de la literatura china: Peregrinación al Oeste. Es una novela de aventuras mitológica escrita por Wu Cheng en el siglo XVI, y que narra las peripecias de Xuanzang, un monje, y sus tres discípulos, Sun Wukong (el rey de los monos), Zhu Bajie (un cerdo) y el monje Sha. Los cuatro realizan un épico viaje a lo largo de China en busca de las sagradas escrituras budistas.



De momento sólo me ha dado tiempo a leerme la primera parte del libro, dedicada a Sun Wukong, un peculiar personaje de aspecto simiesco y poderes sobrenaturales. Nacido de un huevo de piedra, este revoltoso simio llega a convertirse en un ser poderoso gracias a años de entrenamiento, adquiriendo fuerza y habilidades prodigiosas, como la de multiplicarse a partir de uno de sus pelos. Su vehículo es una nube mágica con la que sobrevuela los cielos y su arma un bastón capaz de transformar de tamaño a su antojo. Os resulta familiar, ¿verdad?


El mítico Son Goku, basado en las aventuras de Sun Wukong

Aparte de su carácter heroico y su poder, el rey de los monos es todo un cachondo. El tipo se dedica a ir de palacio en palacio tocando las narices a reyes y mandatorios celestiales, e incluso de atreve a vacilar a los dioses, cuestionando con descaro todo tipo de autoridad. Por estas y otras razones, Sun Wukong es uno de los personajes más queridos y carismáticos entre los niños (y los no tan niños, también). Aquí un pequeño fragmento de la serie de televisión que cuenta sus hazañas y que, aun habiendo sido producida en los 80, todavía sigue siendo bastante popular:



Las lectura de las aventuras de Sun Wukong y sus compis quizás pueda hacerse algo pesada si uno no está familiarizado con la mitología china y el budismo, pero rápidamente uno se va familiarizando con determinados términos y personajes, y acaba metiéndose en la historia. Más allá de una epopeya mitológica, muchos ven en este cuento una metáfora de lo que ocurría (y sigue ocurriendo) en la sociedad de la época, con burócratas corruptos (encarnados por demonios) y ciudadanos hartos del abuso de poder que luchan por sus derechos. A mí ya me ha enganchado por lo menos.

"Sólo nadando contra corriente es posible alcanzar la fuente."

domingo, 10 de abril de 2011

Bola, set y partido

La próxima semana tendrá lugar la final del segundo torneo de ping pong que hemos organizado entre los profesores de mi universidad. Esta vez, a diferencia del primero en el que me quedé cuarto, no he podido pasar de cuartos de final, otra vez será. Aprovecho pues para escribir un poco de este deporte tan popular en este país, y que en este momento es la única actividad física que practico aparte de subir escaleras y bailar en barras de striptease de vez en cuando.


Instante durante la ronda preliminar

Por muy extraño que pueda parecer, el tenis de mesa o ping pong, no es originario de China sino de Inglaterra, donde comenzó a hacerse popular a finales del siglo XIX. Cuenta la historia que todo comenzó cuando un grupo de jugadores de tenis, indignados por el mal tiempo, decidieron continuar con su actividad favorita dentro de un club de billar, utilizando una de las mesas como cancha, dividida por una cuerda, corchos de botellas como pelotas, y cajas de puros vacías que hacían las veces de raquetas. No fue hasta 1891 cuando empezaron a venderse las primeras raquetas y pelotas oficiales, y su popularidad se fue extendiendo por todos los territorios en los que los británicos tenían asentamientos, entre ellos China, donde llega en 1901.



El ping pong no tardó mucho en hacerse popular entre los chinos, cuyas características físicas encajan mejor en este deporte que en otros como el fútbol o baloncesto, donde se requiere más fuerza y contacto físico. Además, al ser un deporte relativamente barato, su práctica está al alcance de cualquiera. Poco a poco, China fue demostrando su potencial acaparando la mayoría de las medallas en Juegos Olímpicos y mundiales. La hegemonía mundial de los chinos en este deporte fue astutamente utilizado en su día por Mao como instrumento de propaganda política, e incluso propició la mejora de las relaciones con Estados Unidos en 1971, cuando el equipo americano fue invitado a participar en un torneo en el país asiático (desde 1949, ningún norteamericano había pisado suelo chino).



Entre las curiosidades asociadas al tenis de mesa, decir que….
…el nombre de ping pong no viene del chino, sino del sonido de las pelotas al golpear la pala y la mesa.
… la pelota puede llegar a alcanzar una velocidad máxima de más de 100 km/hora.
… es el deporte con más números de federados en todo el mundo.
… en 2006, un hawaiano llamado Sesil Boyd inventó el tri-pong, una variante para tres jugadores, he aquí una muestra del engendro:



Y mientras comienza el próximo torneo, he retomado las carreras nocturnas por las pistas de atletismo ahora que el buen tiempo parece que empieza a asentarse (hoy hemos llegado ya a los 25 grados). A ver si pierdo un poco de barriga y vuelvo a estar hecho una sílfide. Competiciones y ejercicio físico aparte, no puedo olvidarme del fuerte componente social que supone jugar a ping pong en este país. Es una magnífica manera de hacer amistades con los locales (hay muy pocas personas que no sepan jugar) y sentirse un poco más integrado. Eso si, la paliza que te meten no te la quita nadie.

"La gloria no consiste en no caer nunca, sino en levantarte cada vez que te caes".

jueves, 7 de abril de 2011

Changsha, el feudo de Mao



Con motivo del puente de Qing Ming, me pegué una escapadita a Changsha, la capital de la provincia de Hunan, a orillas del rio Xiang, importante centro comercial y repleta de historia. A pesar de la consiguiente paliza de tren, y que el tiempo no fue para nada propicio, mereció la pena el viaje principalmente por volver a encontrarme con A.J., una grandísima fotógrafa y mejor persona que me alojó en Zhuhai, y seguir conociendo gente interesante, como Jackal y Leo, nuestros anfitriones. Siempre, como no, a través de Couchsurfing.


Huanxing Lu, principal calle comercial


Río Xiang


Parque de los mártires


Escalinata de Tianxin Ge (pabellón del corazón del cielo), en las antiguas murallas

Changsha es famosa sobre todo por dos cosas. La primera es su sabrosa gastronomía, en la que predomina el picante, y la segunda es su vínculo histórico con Mao Zedong, el controvertido dictador, deidificado por muchos, vilipendiado por tantos. El líder comunista e icono del partido pasó sus años de estudio en esta ciudad, siendo aquí donde comenzó su carrera política. Su efigie y su huella siguen estando presentes en muchos lugares de la ciudad, como el museo municipal, dedicado casi enteramente a su figura. Pero para museos con historia y calidad, mejor visitar el de la provincia de Hunan, cargado de importantes reliquias históricas, algunas con más de 2000 años de antigüedad. Entre sus piezas destaca la momia de la marquesa de Dai, fascinante y aterradora al mismo tiempo.




Se supone que representa a Mao


Me gusta más este ángulo


Momia de la marquesa Dai

Si hay algo que de verdad me gustó en Changsha, aparte de la comida, es la atmósfera tan animada que se respira en sus calles. Recorriendo los jardines a la orilla del rio Xiang y otros rincones, como el parque de los mártires, es posible dar con músicos y otros artistas callejeros que hacen las delicias de los transeúntes con sus actuaciones. Incluso no es raro toparse con grupos ejecutando operas clásicas chinas, maquillaje y vestuario típico incluidos. Un auténtico privilegio el poder disfrutar de este tipo de cosas, así en plena calle.







A unas dos horas de autobús al sudoeste de Changsha, se encuentra Shaoshan, el pueblo donde nació Mao, uno de los lugares más visitados de China. El constante aluvión de turistas ha provocado la creación de todo un gran negocio alrededor de la figura del dictador. Todo lo relacionado con él deja dinero… chapas, gorros, bustos, y por supuesto, copias de su famoso libro rojo. Aparte, hay más de un espabilado que intenta sacar tajada inventándose lugares supuestamente asociados al Gran Timonel, como le solían llamar. En realidad, los únicos puntos con algo de interés son su casa natal, su primera escuela y un museo con algunos objetos personales y fotos de reuniones con otros gobernantes. Solo para los más devotos.




Lo gracioso es que la estatua tiene un cigarro en la mano

Y esto es todo lo que dio de si la visita a la provincia de Hunan. Este no ha sido para nada un viaje por lugares increíbles y paisajes de ensueño, pero ha habido bastantes buenos momentos (especialmente recorriendo las calles de Changsha) y cachondeo durante todo el fin de semana. Nos lo hemos tomado, la verdad, bastante relajadamente, sin prisas, simplemente disfrutando el placer de no hacer ni el huevo. Además el tiempo no acompañaba mucho para hacer excursiones (mi idea era ir a la zona de Zhangjiajie, pero decidí dejarlo para otra ocasión), con lo que apenas hemos visto nada. Pese a todo, como digo, ha merecido la pena hacer un alto en este sitio, no me ha defraudado en absoluto.



"La tontería se situa siempre en primera fila para ser vista. La inteligencia, por el contrario, se situa detrás para observar."