Al hilo del tema del cristianismo, me gustaría hacer referencia a una bizarra noticia que apareció no hace mucho en Internet, y que plantea la hipótesis de que Jesucristo bien podía haber nacido en el seno de una familia china, concretamente del Tibet. Según el investigador Wang Zhan, miembro de la Academia China de Ciencias Sociales, existen evidencias de que los padres de Jesús eran originarios de la ciudad de Ali, famosa porque sus habitantes practicaban ritos mágicos (entre ellos, caminar sobre las aguas y resurrecciones). Alrededor del año 10 A.C, hubo un masivo éxodo migratorio producido por la falta de recursos, que conduciría a millares de tibetanos hasta regiones tan lejanas como el rio Jordán. Entre estos emigrantes podría haberse encontrado los que hoy día conocemos como Maria y José.
¿Pedirían tofu en la última cena?
Existen otras teorías no menos controvertidas que dicen que las ideas y la filosofía que Jesús transmitía, estaban basadas en los escritos de un sabio chino, contemporáneo a Confucio, llamado Mozi, fundador del mohismo. Al igual que el líder cristiano, Mozi predicaba la igualdad entre los hombres y el amor universal, en especial hacia los más necesitados y desatendidos. Él planteó también la existencia del cielo y el infierno después de la muerte, y otras ideas comunes a los primeros dogmas del cristianismo. Se cree que, o bien a través de la ruta de la seda, o bien por textos procedentes de la bilioteca de Alejandría, la doctrina de Mozi podría haber llegado a las manos de Jesús.
Ilustración de Mozi
Sea cual sea el origen de Jesús y de sus ideas, lo cierto es que el cristianismo no llegó como tal a China hasta el siglo VII, a través de los nestorianos, un grupo cristiano procedente de Siria. Más adelante, a finales del siglo XVI, misioneros jesuitas llegarían a participar en audiencias con el emperador. Pero no fue hasta el siglo XIX, a raíz de la intrusión de países occidentales, cuando el cristianismo empezara a tener cierta importancia. Es en este periodo cuando tuvo lugar la rebelión Taiping, una guerra civil entre las fuerzas imperiales y una secta cristiana que se hacían llamar los Adoradores de Dios, liderados por un iluminado, Hong Xiuquan, que se autoproclamó como el hermano pequeño de Cristo. Con la llegada al poder de los comunistas en 1949, el cristianismo, al igual que el resto de religiones, sufrió una enorme represión y se prohibió su práctica. En 1982, el gobierno modificó la Constitución para permitir la libertad de culto, aunque todavía sigue ejerciendo cierto control sobre lo que se dice o se deja de decir en las iglesias.
Estatua de Hong Xiuquan
Ya seáis cofrades, ateos o pastafaristas, espero que estéis disfrutando de unos días divinos, nunca mejor dicho, de buen rollo y que si aún os quedan "cruces" por llevar, que se os hagan lo más livianas posibles. Yo, por mi parte, me voy esta noche de farra, con mucha pasión, como no, a ver si ocurre un milagro y subo a los cielos junto a algún conejo de Pascua.
"Le pedí a Dios todo para gozar la vida, él me dio vida para gozarlo todo."
jajaja , pues es verdad lo que dices , le dije a un amigo chino que estábamos en Pascuas y se quedo igual XD cuando le dije vacaciones no...
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