Cinco (sin
premio). Cinco cursos académicos, contando este que acaba de empezar, los que
voy a hacer en China. Cinco años los que completaré en este país, media década,
que se dice pronto, de subidas y bajadas, de choques culturales y momentos
especiales… cinco años de aprendizaje y evolución continuos hasta llegar al
momento presente, en el que me veo enfrascado en una nueva etapa, con nuevo
trabajo, ambiente y motivaciones.
Nada más regresar
de Córdoba, a final de agosto, comencé a trabajar en una escuela internacional
en Ke Qiao, un distrito de Shaoxing. Esta vez tengo que enseñar a niños
extranjeros (tengo un alumno chino, pero de origen malayo), de entre 7 y 10 años, más
motivados y entusiastas a la hora de aprender que la mayoría de estudiantes
universitarios que tenía en Yuexiu. Si no hubiera sido por este sustancial
cambio, me parece a mí que ahora mismo no continuaría en el país del centro.
Interior de la escuela |
De momento llevo
una semana de reuniones y otra de clases, y la impresión general es generalmente
buena. Me encantan mis estudiantes y el ambiente del aula. Llegan siempre
contentos y con ganas de aprender, y los 40 minutos que duran las lecciones se
pasan volando. Además, el hecho de ser una escuela internacional supone tener
contacto con alumnos de quince nacionalidades diferentes, destacando los
procedentes de India (en parte esta experiencia está siendo como una vuelta a
este país) y países de Oriente Medio.
Por otra parte, el
ritmo de trabajo es más intenso que el que tenía en la universidad y, el hecho
de ser el único profesor de español, implica más responsabilidad ya que toda la
organización de planes de estudio, materiales y demás recae sobre mí. Aunque es
precisamente este aspecto lo que más me motiva y hace que me sienta útil y
necesario, e ilusionado a la vez.
La clase de español |
El nuevo trabajo
conlleva también un nuevo apartamento, el cual aporta la escuela. Es más
pequeñito que el del año pasado y con menos muebles, pero para una persona no
está mal. Lo que menos me gusta es no tener balcón, ya que vivo en un bajo.
Tampoco me agrada el vivir de nuevo dentro de un campus, con guardias que saben
con quien vengo y con quien voy, pero bueno, a estas alturas ya es algo que me
parece normal aquí.
Adivinad dónde vivo |
Vista del salón. A la derecha quiero poner una sofá |
El mueble estrella del dormitorio |
La cocina, por la que puedo escapar fácilmente en caso de incendio, caida de meteorito o apocalipsis zombie |
Otro aspecto que
me baja la moral es el hecho de vivir en un lugar como Ke Qiao. Más adelante le
dedicaré una entrada a este sitio, del cual aún me queda casi todo por
descubrir, pero básicamente os digo que es un distrito comercial, con bastante
polución, donde lo que más hay son tiendas y restaurantes, y la oferta cultural
u ocio en general es inexistente. Si Shaoxing era aburrido, esto ya es lo
siguiente. Pero al menos esta vez si que me siento que vivo en un lugar
habitado, no como el curso pasado, cuando moraba en Barad-dûr
apartado de todo y rodeado de campo por los cuatro puntos cardinales. Vivir
aquí será algo más entretenido, aunque no sea el mejor ambiente para un laowai, soltero y sin familia a la que
llevar de paseo al centro comercial.
El centro comercial Wanda, justo enfrente de mi casa |
Nótese la nube tóxica, un día sí y otro también |
No sé muy bien lo
que dará de sí este año académico ni como variará mi ánimo a lo largo del
mismo, pero de momento me siento esperanzado y contento por el trabajo que
tengo, el cual me vendrá realmente bien para mi futuro currículo. Espero seguir
teniendo algo de tiempo para ir actualizando el blog, aunque os aviso que este
curso tengo más carga laboral y lo mismo me tiro semanas sin publicar nada.
Pero eso sí, esto no se chapa hasta que no me largue de China, lo juro por
Hello Kitty (que no es ni una gata, ni una niña, sino todo a la vez). ¡Feliz
vuelta al cole!
"El
árbol más fuerte y frondoso vive de lo que tiene debajo.".
Algo de léxico
novedad:
新颖 [
escuela
internacional: 国际学校 [guójì
xuéxiào]
ciudad
dormitorio: 卧城区 [
Hello
Kitty: 凯蒂猫 [kǎi dì māo]