domingo, 6 de octubre de 2013

¡Qué vienen los chinos!

En estos días de asueto en China, donde dos tercios del país está viajando y el otro tercio en casa evitando encontrarse con los primeros, me gustaría comentar una noticia relacionada que ha aparecido en 20 minutos. El artículo en cuestión habla de “La guía del turista bien educado”, publicada por el Partido Comunista, y dirigida a sus compatriotas que viajan al extranjero. En los últimos años, la cantidad de turistas chinos allende sus fronteras se ha disparado y el gobierno desea que la gente dé una buena imagen de su nación. Así recomienda, entre otras cosas, no orinar en piscinas públicas ni meterse el dedo en la nariz. También hay consejos adaptados a cada país. En el caso de España, la guía dice que las mujeres deben llevar siempre pendientes, ya que de no ser así, parecería que van desnudas. Ojiplático me he quedado.

"Espera Meng Yun, ¡qué se me olvidan los pendientes!"

















Malentendidos culturales al margen, creo que la intención del artículo no es otra que estigmatizar un poco más a los chinos, centrándose en este caso en sus modales. A decir verdad, después de un tiempo viviendo y viajando en China, sí que he visto casos de turistas muy maleducados y cafres, pero como en todas partes. Por cada turista que mete la pata (no hablo de detalles como el dedo en la nariz o el escupir, sino de ensuciar lugares históricos, descuidar el medio ambiente, etc.), hay cientos de personas que se comportan estupendamente y bien podrían dar una lección a más de uno. Salvo casos aislados, como los que comenta la noticia, la mayoría de turistas chinos en el extranjero suelen tener un comportamiento educado y evitan confrontaciones con los nativos. No creo que esté bien generalizar con este tipo de cosas.


Veo bien que el gobierno chino advierta e intente educar a sus ciudadanos a la hora de viajar, especialmente en el extranjero, haciéndoles ver que las costumbres y comportamientos no son los mismas. Esto es algo que yo también hago en cierto modo con mis estudiantes antes de que se vayan a España a estudiar. Me pregunto por qué no hace lo mismo el gobierno inglés con sus educados súbditos que cada verano pueblan las costas españolas. O también el gobierno de Dinamarca, advirtiendo a sus conciudadanos que no se puede orinar en las vías públicas. Sin hablar de esa manada de australianos que cada año se reunen en Vang Vieng (Laos), para ponerse ciegos de todo y pasearse medio en bolas entre monasterios budistas. 


















Mirad que gran ejemplo de civilización nos ofrecen en este vídeo los hijos de la Gran Bretaña:



Por supuesto, nosotros, los españolitos, no estamos exentos de crítica. Conozco historias, vividas en primera persona, de compatriotas viajando en el extranjero que harían enrojecer de vergüenza a más de uno (el que se orinó en la puerta de la embajada de Suecia en Vilnius, ¿me está leyendo?). Pero el primero que debería aprender sobre modales en otros países, es nuestro querido presidente, Mariano Rajoy, que estos días ha estado de visita por aquí cerquita, en Japón, y pasó de inclinarse ante el emperador como indica el protocolo. Ahí, dando ejemplo a la nación.


















En definitiva, que por desgracia, idiotas hay en todas partes y no nos vamos a escapar de ellos, por muchas guías de buenos modales que se publiquen. Espero que en el futuro se vayan desechando estas malas maneras (ya se percibe cierto cambio entre las nuevas generaciones al menos) y, al mismo tiempo, seamos un poco más tolerante con el que viene de fuera. Que igual que yo no miro a los españoles que vienen aquí como corruptos que ven programas del corazón y les gustan los toros, tampoco se debería evaluar a un grupo de gente (en este caso, los chinos), a partir de casos aislados.

“Uno puede ocultar a un asesino, pero no se puede esconder la mala educación.”

Algo de léxico
generalizar: 笼统概括 (lóngtǒnggàikuò)
maleducado, rudo: 无礼 (wúlǐ)
civismo: 公民精神 (gōngmín jīngshén)
tolerancia: 宽容 (kuānróng)



1 comentario:

  1. Qué interesante entrada Paco, y como siempre, con mucho humor. Lo de los pendientes no tiene desperdicio jajaja

    Un fuerte abrazo,

    Fabiana

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