lunes, 31 de diciembre de 2012

Ahí te quedas, 2012

Hacía ya tiempo que no deseaba el final de un año con tantas ganas. Sin llegar a ser totalmente nefasto, el 2012 para mí no ha sido desde luego un año para recordar, al menos comparado con otros. Como siempre digo, no han faltado buenos momentos, pero en general he vivido este año más con sombras que con luces. También ahora he llegado a un punto en el que la idea de pasar más tiempo en China ya no me entusiasma como antes. La única posibilidad de seguir en este país pasa por cambiar por fin de lugar de trabajo, algo que no sucedería hasta el próximo agosto, y que visto lo visto no está tan fácil. Pero aún así, hay muchos otros motivos, no solo laborales, que me empujan a irme de aquí, y que mejor relataré a su debido tiempo en otra entrada. Sea como sea, me alegro mucho de que se acabe el año en que vivimos sórdidamente.



















A pesar de haber estado en España solo en verano, la crisis y el malestar generalizado que se vive allí no me ha sido para nada ajeno. Sigo a diario las noticias y el ambiente no invita para nada al optimismo, lo que me afecta aunque siga teniendo trabajo. El verano me “contagié” de este mal rollo y regresé a China algo cabizbajo, pensando como había cambiado la situación, y de que mi principal razón de permanecer aquí ya no era tanto el interés por el idioma, la cultura, etc sino la mera necesidad y el miedo a lo que me esperaba en mi tierra si se me ocurría volver. Cada vez me cuesta más encontrar motivos para seguir, más allá de garantizarme las habichuelas, y esto no es bueno. Empecé una relación con una chica china, pero al final no salió bien, lo que no ha hecho más que acrecentar mi decepción con este país. Todo ello ha conducido a una espiral de pequeños problemas que se van juntando, y que se acaban mezclando con la salud y el rendimiento laboral. Por suerte, no es la primera vez que pasó por algo así, y saldré de esta si o si.



Pero bueno, como digo, no todo ha sido tan desastroso. Por ejemplo, si tengo que reseñar algún logro palpable y digno de mencionar en este 2012, ese es la confirmación de mi nivel de chino, tras conseguir el certificado HSK (el diploma oficial de mandarín) de grado 3 (intermedio). La verdad es que no fue complicado, solo quería corroborar con algún tipo de título el nivel que ya sabía que tenía. El verdadero reto vendrá el próximo mes de abril, cuando me presente al grado 4. Por lo que llevo preparado, sé que no va a ser tan sencillo, pero allá voy. A nivel oral, ya a estas alturas noto que me puedo desenvolver sin problemas en muchas situaciones, aunque todavía me cuesta entender a la gente, más que nada por el acento o el uso de dialectos locales. Pero si me hablan claro y sin prisas, puedo pillarlo casi todo.



Todas las neblinas se acaban disipando cuando pienso en el capítulo de viajes. No han sido tantos, pero todos han valido la pena. Para empezar, el clásicoviaje durante las vacaciones de invierno, esta vez visitando Camboya y Laos, lleno de momentos épicos... el giro en bicicleta por los templos de Angkor Wat, el paseo en elefante en Luang Prabang, la bajada de río montado en una rueda de neumático en Vang Vieng... y por supuesto, esos días en Bangkok, ciudad que volveré a visitar muy pronto, como antesala de lo que espero sea otro gran viaje, esta vez por Myanmar (antigua Birmania). En China, pude ver de cerca los legendarios guerreros de terracota en Xian, conocí la vecina ciudad de Ningbo y descubrí un rincón sin igual en los tulou de la provincia de Fujian. Si solo me quedará con esto, diría que ha sido un año fantástico, pero por desgracia no se puede estar siempre con la mochila al hombro.





No quiero que penséis que estoy mal ahora, es solo un bachecillo y seguro que las cercanas vacaciones me ayudarán a coger fuerzas. El balance general quizás si que sea algo negativo, pero las ganas de seguir adelante, descubrir y contar cosas nuevas siguen intactas, así como las de aprender y encontrar gente nueva, como las que he conocido en estos últimos 365 días, que no ha sido poca (aunque también han habido muchos que quizás no vuelva a ver en mucho tiempo).

Gracias a todos los que habéis seguido leyéndome también en 2012, y a todos los que han hecho posible que no sea tan tan malo con vuestro apoyo. Feliz año y que tengáis una estupenda entrada en 2013. Yo la mía la haré esta vez desde Shanghai, a ver si llego a tiempo de encontrar uvas que me cierran el mercado.




Un buen comienzo es la mitad de la batalla.”


Algo de léxico

nochevieja: 新年夜 (xīnnián yè)
balance: 平衡 (pínghéng)
deseos: 祝愿 (zhùyuàn)
esperanzas: 希望 (xīwàng)

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