Una vez retornado
al calor (nunca mejor dicho) de mi hogar cordobés, después de haber pasado por
retrasos aéreos, escalas eternas e incluso amenazantes tifones, me dispongo a
disfrutar de unas merecidas y ansiadas vacaciones. Durante estos días, aparte de
hincharme de gazpacho, jamón y otras delicias locales, aprovecharé para ir
relatando lo que dio de sí el último viaje realizado por China, justo antes de
partir.
La primera etapa
fue Suzhou, ciudad donde ya había estado, para reunirme con Aria, la chica que
me acogió en Wuhan, y dos amigas suyas taiwanesas que estaban también de viaje.
Decidimos pasar un día visitando Zhouzhuang, a unos 38 kilómetros, una típica
“water town” china, con sus puentes y canales al más puro estilo veneciano.
Como era de esperar, el sitio estaba repleto de turistas locales, lo que
deslucía en cierto modo la visita. Pese a todo lo pasamos bastante bien
explorando este fantástico pueblecito.
Zhouzhuang está
lleno de rincones pintorescos que uno puede ir descubriendo, ya sea a pie o en
alguna de las barcas, cuyos timoneles entonan canciones tradicionales como
reclamo para los turistas. Entre puente y puente, se pueden visitar algunos
templos y antiguas residencias, algunas de tiempos de la dinastía Ming, como la
casa de la familia Zhang. No es de extrañar que en nuestro camino nos topemos,
no solo con fotógrafos en busca de la instantánea perfecta, sino también con
pintores motivados por captar la belleza de esta localidad en sus lienzos.
Saliendo un poco
del centro histórico se puede visitar la antigua mansión de Shen Wansan, un
legendario millonario que vivió en la provincia de Jiangsu entre los siglos
XIII y XIV. Se dice que logró reunir una enorme fortuna gracias a su ardid en
los negocios, aunque existen leyendas que asocian su riqueza a una misteriosa
olla que convertía en moneda de oro todo lo que se arrojaba a ella. Sea como
fuera, las inversiones de Shen Wansan fueron de vital importancia en la
economía de la provincia, llegando a apadrinar proyectos faraónicos como gran
parte de las murallas que rodean Nanjing, la antigua capital de China.
Precisamente
Nanjing fue mi siguiente destino, donde aproveché para visitar a Diego y Elena,
dos de mis mejores estudiantes. Debido al chaparrón que cayó durante todo el
tiempo que estuve allí y que ya había visto los principales puntos de interés
de la ciudad, lo único que hice fue comer, descansar y prepararme para mi
siguiente punto, Lushan, una estación de montaña que me recomendó Aria y de la
que hablaré en la próxima entrada.
“Las sillas
de manos pasan por delante de la casa mientras las barcas pasan por detrás.”
Algo de léxico
canal (de agua): 运河 [
barca: 划艇 [
puente: 桥 [
magia, encanto: 魅力 [mèilì]
No hay comentarios:
Publicar un comentario