Así reza un viejo proverbio acerca de esta próspera urbe, capital de la provincia de Zhejiang, a tan solo una hora de autobús de Shaoxing. Está considerado uno de los mejores sitios para vivir en China, y suele encabezar casi siempre los rankings de ciudades donde sus habitantes se sienten más felices. Ya había estado antes aquí (una revisión médica, una escala antes de ir a Qufu, una noche de juerga y el día que me compré los zapatos), pero hasta este fin de semana no he podido disfrutar y conocer a fondo Hangzhou, una ciudad que ya fue descrita por Marco Polo como la más maravillosa y bella del mundo conocido.
Lo peor de Hangzhou: la dificultad para encontrar un taxi libre
El principal punto de interés de Hangzhou es el lago del Oeste, donde la mayoría de gente, tanto locales como visitantes, acude a pasear, ya sea a pie o en bicicleta, y a regodearse la vista con tan fabuloso paisaje que parece sacado de un cuadro. La mayor parte del lago está rodeada de colinas y bosques, que a su vez albergan pagodas y otros monumentos, lo que crea un ambiente mágico. Es posible cruzarlo desde la orilla norte hasta la sur a través de un paso elevado, jalonado por sauces y otros árboles, construido por Su Dongpo, un poeta del siglo XI que llegó a ser gobernante local, y que a su vez da nombre a unos de los platos típicos locales, el dongpo rou (carne de cerdo macerada en vino de arroz).
El lago contiene dos islas. La más grande es la colina Gu, conectada a la orilla norte por el puente Xiling. Este espacio natural servía de jardín de recreo para los dirigentes locales, y hoy día acoge entre otros el museo provincial de Zhejiang, la Sociedad de grabadores de sellos, y el parque de Zhongshan, lugar ideal para hacer un picnic los días de buen tiempo como el que pude disfrutar el sábado (me pasé casi todo el día en manga corta, extraordinario).
Estatua de Su Xiaoxiao, una cortesana que murió de desesperación, de tanto esperar a su enamorado. Dicen que su espíritu sigue vagando por las orillas del lago.
Parque Zhongshan
En los aledaños del lago del Oeste hay diversos puntos de interés histórico y cultural. Uno de ellos es el mausoleo en honor del general Yue Fei, venerado a través de los siglos por su feroz resistencia ante los invasores del norte, los jurchen, allá por el siglo XII. A pesar de su amor a su patria, acabo siendo ejecutado por sus propios súbditos junto con su hijo, al ser acusado falsamente de traición por el primer ministro Qin Hui y sus allegados, celosos de los éxitos militares del glorioso militar. Cuatro siglos más tarde, el comandante Li Long mandó construir unas estatuas que recordasen a los conspiradores, postrados de rodillas ante la tumba de Yue Fei.
Entrada principal
Un Yue Fei de cartón piedra
Estatuas de Qin Hui y su esposa
Justo detrás del mausoleo, subiendo por un sendero al oeste del edificio, se halla el parque de la cueva del dragón amarillo, con sus sinuosos senderos que llevan a diferentes promontorios, entre bosques de bambú y plantaciones de té. Hay que decir que una vez dentro puede ser difícil orientarse ya que la mayoría de indicaciones están en chino. Con un poco suerte, uno puede dar con un templo taoísta, una atalaya llamada la terraza del Alba, y la colina Boshi desde donde se pueden disfrutar de un formidable panorama del lago y la ciudad. En el extremo oeste se encuentra la pagoda Baochu, otro de los puntos clave del recinto.
En las inmediaciones del monasterio me encontré con este improvisado espectáculo. Un ejemplo más de lo bonito que es viajar:
En el otro extremo del lago, en la orilla sur, está la pagoda Leifeng o “pagoda del pico del trueno”. Fue construida en el siglo X, pero a principios del siglo XX se derrumbó por completo. No fue hasta el año 2001 cuando se inició la reconstrucción integra de este monumento, desde cuya terraza se puede disfrutar de una de las mejores vistas de Hangzhou. Por lo demás, no hay mucho más que destacar en este edificio, por lo que los 40 yuanes de la entrada me parecieron algo exagerados.
Estanque denominado "Pond for freeing the living things", algo así como "estanque para la liberación de las cosas vivientes" (??)
La mañana del domingo la pasé recorriendo la calle Qinghefang y los callejones aledaños. Esta pintoresca zona es famosa por sus atestados puestos de recuerdos, reliquias y objetos curiosos. Asimismo es posible encontrar teterías que aún conservan el aroma de viejos tiempos, y muchas tiendas de medicina tradicional. En los alrededores se encuentran una gran cantidad de restaurantes donde degustar las especialidades locales como los brotes de bambú.
No sé quién es, pero se mola a sí mismo
Y esto es lo que dio de si mí fin de semana en Hangzhou, con más tiempo para explorar que en las anteriores visitas y también mejor clima. Seguro que volveré en más de una ocasión. Aparte de que la ciudad ofrece más opciones de ocio (sobre todo en el apartado de bares y discotecas), hay todavía algunos otros puntos de interés que se me quedaron en el tintero. La próxima vez será.
"El que ve el cielo en el agua ve los peces en los árboles."
中国艺术!! joder que bueno!
ResponderEliminarMejor me hago de piedra esperando a ver si encuentro mi media naranja que morirme de desesperación ja ja ja
ResponderEliminarInteresante tu blog como siempre...gracias.
Tenía posts pendientes de leer, hoy me estoy poniendo al día con tu blog, Pako.
ResponderEliminarY lo de "estanque para la liberación de las cosas vivientes" está claro... es donde hay que echar a las tortuguitas esas pequeñas y a los peces cuando te cansas de tenerlos en casa!!
Tu blog es magnífico. Lo he descubierto en un enlace en un foro y me parece extraordinario. Gracias.
ResponderEliminarHangzhou es uno de mis sitios favoritos de China. Toda esa zona, realmente: Wuxi, el Tai-Hu...Pero Marco Polo realmente dice en su libro "Así como hay un paraiso en el cielo, en la tierra hay dos: Suzhou y Hangzhou". La visita a Suzhou también te la recomiendo, si todavía no la has hecho, no te defraudará. Y un poquitao más allá está Tongli, que es otro sitio increíblemente bello.
http://www.vimeo.com/13313953
Además, Marco Polo describe a las mujeres de Suzhou como las más bellas y delicadas del mundo. ¿Qué voy a decir yo, si mi novia es de allí? :P
Hola Javier! me alegro de que te esté gustando el blog. Tienes razón con lo del proverbio, injustamente obvié a Suzhou, ciudad que visité este fin de semana y a la que le estoy dedicando una entrada (para esta misma tarde espero haberla acabado). Y lo de las mujeres más bellas es absolutamente cierto ;)
ResponderEliminarUn saludo y gracias por las recomendaciones!!
Desde luego es una Ciudad hermosa yo estuve en el mes de Octubre por Adopción y desde luego, si puedo iré en un futuro.-
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