domingo, 12 de junio de 2011

La hora de la verdad

Llega el final del semestre, el término de otro ciclo académico más, lo que es sinónimo de ansiedad y preocupación por los exámenes finales. Una vez más me toca hacer de malo de la película, evaluando las capacidades orales de más de 200 estudiantes divididos en 14 exámenes en total. Una paliza que comenzará mañana mismo y se extenderá durante toda la semana entrante. A esto hay que sumarle los pertinentes trámites burocráticos, incluido el rellenado de hojas de clase como en el semestre anterior. Una patochada que esta vez me estoy tomando con mejor humor.



Durante este mes se está celebrando también en toda China un acontecimiento que moviliza este año a más de 9 millones de estudiantes. Se trata del gaokao, el examen de acceso a la universidad. Con una duración total de 9 horas, los estudiantes deben realizar un total de cuatro exámenes, entre asignaturas comunes y optativas. A diferencia de nuestra selectividad, donde el aprobado está al alcance de cualquiera (incluidos seguidores de Gran Hermano y Belén Esteban), en el gaokao, el porcentaje de personas que lo superan sobrepasa ligeramente el 50%, lo que nos da una idea de la dureza de la prueba. Esto implica que los alumnos pasen las semanas previas estudiando día y noche, sometidos a una presión casi criminal (en gran parte ejercida por parte de los propios padres), lo que suele resultar en más de un desfallecimiento o ataque de ansiedad durante el día del examen final.


Examen de acceso a Bellas Artes

El hecho de entrar en la universidad y facilitar así el acceso a un buen puesto de trabajo, es algo de suma importancia para los progenitores que son capaces de todo para que sus pipiolos obtengan el mejor resultado en las pruebas de acceso. Para algunos se convierte en una verdadera obsesión, e incluso son capaces de inflar a sus hijos con fármacos que aumenten su concentración, o sustancias que cortan la menstruación en el caso de las chicas, para que el periodo no afecte al rendimiento. Me imagino la pesadilla que debe ser para algunos chavales estos días. De todas maneras, siempre les queda el consuelo de poder volverse a presentar el curso que viene. Esto es lo que lleva haciendo desde hace quince años el señor Liang Shi, un hombre de 44 años que intenta acceder a la Universidad de Sichuan y cumplir así su sueño de estudiar matemáticas. Este año creo que se ha presentado junto a su hijo.


Ahí está el tío

Debido pues al maratón de exámenes que mañana comienzo, no creo que vuelva a tener tiempo de publicar nada hasta el fin de semana que viene. Que poquito me gusta esto de tener que evaluar, a ver si pasa rápido el trago. ¡Hasta entonces!

"Ganar un proceso es adquirir una gallina y perder una vaca."

2 comentarios:

  1. tengo amigos en china que también lo están haciendO.yo también debería de haberlo hecho T,T

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  2. Hay un libro que he comprado en la Feria del Libro titulado "Cómo enfentarse a exámenes y oposiciones" que creo que puede servir para las personas que sufran ansiedad en los exámenes.

    Un saludo.

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