Hace solo 3 días que
regresé a Shaoxing, después de tirarme casi un mes viajando por
Myanmar, con unos días previos en Bangkok para obtener el
correspondiente visado. Son todavía tantas impresiones las que me
han quedado tras este viaje que sé que me sería muy difícil irlas
resumiendo en unas pocas entradas incluidas en este mismo blog. Es
por ello que he decidido crear una bitácora aparte a modo de diario,
en donde ir reflejando jornada a jornada lo que ha sido esta
experiencia en la antigua Birmania. Podéis acceder pinchando en el
logo:
Como ya habéis podido
apreciar algunos de los que me leen a través de fotos o comentarios,
este último viaje ha sido bastante intenso. No me quedo solo con lo
visto en forma de monumentos o paisajes, sino especialmente con el
cariño y afecto mostrado por la gente de Myanmar. Se nota a la legua
que es un país que aún no ha sido “pervertido” por la industria
turística y cuyo pueblo aún conserva un tipo de pureza y
espontaneidad difícil ya de encontrar en el mundo en estos tiempos
que corren. Por supuesto que hay excepciones, y que ya en algunos
lugares concretos empieza a notarse cierta picardía a la hora de
interaccionar con el extranjero, al que se presupone viene cargado de
pasta. Pero en general, no he notado ni mucho menos esa sensación de
agobio que uno tiene viajando en países como India, Vietnam, o si me
apuráis mucho, incluso ya Camboya y Laos.
En los últimos años,
Myanmar ha abierto sus puertas al turismo extranjero, y empiezan ya a
notarse ciertos cambios. Muchos auguran que en unos años llegará a
ser un país en donde prime el turismo de lujo, reservado para unos
privilegiados, y casi vetado a los mochileros. Es por ello que desde
aquí recomiende, a los que alguna vez habéis pensado visitarlo, que
vengáis lo antes posible. Os aseguro que no os arrepentiréis, y que
si os gusta viajar a la aventura, definitivamente este es vuestro
sitio.
Volviendo a la cruda
realidad del regreso, este ha supuesto un tremendo bajón, ya no solo
por el final de las vacaciones, sino por el hecho de volver a China
en si. Esta vez lo he notado mucho más que otras veces. Si no fuera
por seguir aprendiendo chino, apenas veo ya razones y motivos para
quedarme más tiempo. Pero esto es un tema que ya desarrollaré más adelante. De momento os adelanto que este será, definitivamente, mi
último cuatrimestre en Shaoxing y que, lo más probable es que
cambie de país después de este curso académico. Por ahora dejaré
aparcado el blog chino por un tiempo, y os emplazo a seguir el de
Myanmar, por si consigue motivaros para visitar esta linda tierra.
“Si das grandes
pasos, dejas grandes espacios.”
Proverbio birmano
Algo de léxico
regresar:
回来 (huílái)
recuerdo
(como algo recordado): 记忆
(jìyì)
Bienvenido de nuevo Pakonas al mundo real, jejeje, la verdad se nota que disfrutaste mucho de tu viaje. Me imagino que aprendiste algunas palabras en birmano. Que bueno que la gente siga conservando esa inocencia, es lo que hace falta mucho en este mundo. Solo me pone un poco triste que ya casi no vayas a hablar sobre China, yo soy un fan de la cultura chinesca, pero veo y noto por tus palabras que ya te ha agobiado mucho estar en ese país. Pero de cualquier modo no dejes de contar tus aventuras en donde quiera que estés. En los libros aprendo historias de esos países, pero en blogs como los tuyos uno aprende como es la gente realmente y a veces nos llevamos bonitas sorpresas. Sigue adelante y que el ánimo no decaiga.
ResponderEliminarGracias Rolix por tus comentarios. Para seguir adelante con este tipo de proyectos hacen también falta de vez en cuando, comentarios como los tuyos, animándome a seguir. De verdad que reconforta y motiva. No sé aún que pasará después de acabar el blog birmano, pero me gustaría poder mantener el de China hasta el último día que esté aquí y acabar de la mejor forma posible.
ResponderEliminarUn saludo!
No hay más de Birmania? Qué pena...
ResponderEliminarBueno, hay un blog entero sobre este viaje :) Es esta dirección: objetivbirmania.blogspot.com
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