miércoles, 4 de diciembre de 2013

Por la gloria de Confucio

Esta semana se han publicado los resultados del informe Pisa (Program for International Student Assessment), en el que se evalúan las puntuaciones obtenidas por alumnos de 15 años, procedentes de 65 países, en pruebas de matemáticas, lengua y ciencias. Este año, la lista está encabezada por alumnos de Shanghai, mientras que otras regiones administrativas en la órbita china, como Hong Kong o Macao, también se han colado en lo más alto de la clasificación (más información aquí). Esto ha hecho que numerosos expertos empiecen a prestar atención al modelo de China y otros países asiáticos, como Japón y Corea, como referente a tener en cuenta en el mundo de la educación en el futuro. Lo que quizás no se hayan planteado todavía en Occidente es a qué precio están pagando estos escolares el conseguir tales resultados.





Desde tiempos ancestrales, la educación es uno de los pilares más importantes de la sociedad china, y hasta el día de hoy, las familias han invertido gran parte de sus ahorros en darle a sus hijos la mejor formación. El Gobierno garantiza una educación relativamente gratuita (las tasas y materiales en las escuelas primarias y secundaria suelen tener costes, aunque no muy altos), aunque de momento no ha conseguido abarcar a toda la población, quedando muchos niños, especialmente en zonas rurales, sin escolarizar a partir de la secundaria. Por su parte, las tasas universitarias suelen ser bastante altas, tanto como la nota de acceso, al menos en las de más prestigio. Es normal pues que el escolar chino, por lo general, esté sometido a una excesiva presión, con una vida social muy limitada, y supeditado al estudio para conseguir los logros que sus padres y una sociedad que ensalza la competitividad, esperan del mismo.




En una escuela primaria china, un estudiante comienza el día a las 7 de la mañana y acaba a las 3 de la tarde, unas 8 horas en total. Este tiempo se amplía en la escuela secundaria, donde el alumno tiene unas 12 horas de clase, desde las 7 de la mañana hasta las 7 de la tarde, de lunes a sábado. Algunas escuelas van mucho más allá, y obligan a sus alumnos a quedarse incluso hasta las 10 de la noche en clases del llamado “auto-estudio”, y acudir los domingos a clases de refuerzo, sin tener en cuenta las tareas para casa. Con un sistema así, los resultados pueden ser altos, sí, pero ¿en serio vale la pena tanto sacrificio? ¿Es qué puede repercutir de alguna manera positiva en estos niños tanta presión? ¿Qué pasa con su desarrollo como persona? ¿Qué tipo de infancia es esta?

"Mi mente está muy bien de salud", dice esta viñeta.























Un dato que no aparece en este informe con nombre de torre es el nivel de satisfacción con su vida de estos alumnos, o sus sentimientos negativos hacia la escuela y los profesores (o incluso hacia sus padres). Tampoco muestra los casos de suicidio o intentonas del mismo, de algunos estudiantes, como los ocurridos el pasado mes de mayo, como podéis leer aquí. Tal es el temor de los rectores de los centros por este tipo de tragedias, que algunos ya obligan a sus estudiantes a firmar un contrato, eximiendo a la institución de toda responsabilidad en el caso de que se quiten la vida o se autolesionen (la noticia aquí).














Espero que si nuestros responsables educativos deciden copiar algo del sistema chino, no sea el número de horas y la enorme presión al que se ven sometidos los alumnos (aparte, no creo que eso funcionara en una cultura como la nuestra). Lo que si podían tener en cuenta es que al profesorado chino se le cuida y respeta más, no solo por parte de los alumnos sino también las autoridades, y sus condiciones laborales suelen mejores que la media china. Pero en estos tiempos de tijeras que estamos viviendo, mucho me dice que este aspecto va a tardar en mejorar.


La tensión es quién tú piensas que deberías ser. La relajación es quién eres.”

Un poco de léxico:
educación: 教育 (jiàoyù)
competitividad: 竞争力 (jìng zhēng lì)
presión: 压力 (yālì)
suicidio: 自杀 (zìshā)

Si os interesa conocer algo más del sistema educativo chino, aquí os dejo un par de buenos enlaces:

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