lunes, 9 de mayo de 2011

Día de playa



Este pasado fin de semana, motivado por el súbito aumento de las temperaturas y las ganas de salir de Shaoxing, decidí pegarme una típica jornada veraniega cerca del mar, así que me puse rumbo al archipiélago de Zhoushan, cerca de Ningbo, a 2 horas y media de donde vivo. Allí habita y trabaja en estos momentos Alfonso, el español con el que estuve viajando allá por el puente del día nacional, en Octubre. Nada más llegar, sábado por la mañana, salimos directos a una playa en la isla de Zhujiajian, famosa por su certamen anual de esculturas de arena. He aquí algunos ejemplos de estas virguerías.







Aparte del placer de darme un chapuzón en el mar y pillar algo de bronceado (aunque más bien he cogido un color ladrillo tostado), aproveché el día para analizar como se desenvuelven los chinos en el contexto playero. A diferencia de lo que se observa en nuestras costas mediterráneas, no vi a mucha gente tostándose el sol (más bien se afanaban por repelerlo) o chapoteando entre las olas. Había algunos que se aventuraban a nadar un rato, pero la mayoría no pasaba de mojarse hasta las rodillas, aunque hay que reconocer que la temperatura del agua era más bien tirando a fría. Para variar, muchos disfrutaban tirándose fotos con el mar de fondo, mientras que los más pequeños no dejaban de hacer figuras y hoyos en la arena. Una de las cosas que más me extrañaron, es que no vi a casi nadie jugando con un balón.




Esto también les encanta



Otra cosa curiosa es el pudor que existe entre las féminas chinas a la hora de enseñar cacho en la playa. Lejos de llevar bañadores o bikinis, las muchachas se decantan por prendas más decorosas, como pantalones cortos o vestidos. Gran parte de las mismas van ataviadas con pamelas y sombrilla en mano, no se vayan a poner morenas. Por su parte, en los hombres predomina el bañador estilo calzoncillo, aunque muchos llegan hasta la orilla con la ropa de diario.







Extrañezas y choques culturales aparte, disfruté bastante del día. Ha sido esta la primera vez que he podido darme un baño en una playa china, y posiblemente sea la última, al menos por este semestre, que se está pasando volando. Y es que ya apenas me queda mes y medio para regresar a España y despedirme de este curso. En septiembre vuelvo a Shaoxing, tal y como lo he firmado esta misma mañana en mi nuevo contrato, de seis meses de duración. Me ofrecían un año, pero prefiero comprobar a ver que tal me siento después de las vacaciones. No es que esté mal aquí pero, a decir verdad, tengo muchas ganas de probar alguna otra ciudad con más animación. De todos modos, si no encuentro nada mejor, siempre podría renovar otros seis meses. Ya iré viendo cuando llegue la hora, por ahora a seguir disfrutando el momento.



"Todos los ríos van al mar, pero el mar no se desborda."

4 comentarios:

  1. Que linda parecen esas playas, aquí en argentina nos estamos muriendo de frío.
    Es muy interesante ver lo que hacen los chinos cuando salen a la playa, me resulto gracioso ver como van con vestido...
    Qué lástima que te tengas que ir de China, ya me estaba enganchando con este blog.
    Saludos

    ResponderEliminar
  2. Quién ha dicho que me tengo que ir de China? :) No, aún me queda China para rato (a no ser que me rapten en Ucrania este verano). Lo que no sé aún seguro es si seguiré en Shaoxing más tiempo, o bien me cambio de sitio.

    ResponderEliminar
  3. sabes por que no toman el sol? es una marca social parecer más pálido ya que los de pueblo están morenos por el trabajo sol a sol y es para diferenciar de uno de ciudad a uno de pueblo

    ResponderEliminar
  4. Efectivamente Elenita, parece ser que todo viene por el tema del estatus social, y al final se ha convertido en una especie de canon de belleza.

    ResponderEliminar