sábado, 17 de diciembre de 2011

Que corra el aire

Definitivamente, tal y como demuestran las temperaturas registradas en los últimos días, el invierno ha llegado a Shaoxing, con todos los inconvenientes y disgustos que ello conlleva. Principalmente en lo que se refiere a la sensación térmica dentro de los edificios. Como ya comenté el año pasado por estas mismas fechas, tanto las aulas como los pasillos de la facultad carecen de calefacción, y con la humedad que se acumula ahí dentro, uno se siente como si entrara a una cámara frigorífica, notando enseguida el vapor salir de la boca. Esto se hace aún más insoportable debido a la peculiar costumbre que tienen por estas tierras de dejar las ventanas y las puertas a la calle abiertas todo el tiempo para, según dicen, limpiar el aire.



Ya sé que esto de abrir las ventanas en invierno para ventilar las habitaciones no es exclusivo de los chinos. Mi madre, por ejemplo, también lo hace, pero unos minutos no todo el santo día. He estado indagando entre mis estudiantes y colegas locales en busca de la razón de esta singular práctica. El motivo que más señalan es la necesidad de limpiar el aire de posibles gérmenes y bacterias, que en invierno se multiplican y son la causa de devastadoras epidemias entre los estudiantes (no es raro que de un día para otro se tengan que quedar en casa casi dos tercios de la clase). Otros comentan que de esta forma se mantiene a la peña despierta y evita que se queden dormidos. También he leído por ahí que la gente suele abrir por las ventanas por hábito y por mantener las tradiciones, ya que es una costumbre que viene de muy atrás, cuando las condiciones de vida en las casa chinas eran insalubres y obligaban a realizar este “limpiado” de aire constantemente.



Yo tengo serias dudas sobre los beneficios de esta medida en la salud de los alumnos y trabajadores. Si lo que quieren es acabar con los gérmenes, ya podrían empezar limpiando a fondo las clases, que da asquito ver como se acumula la mugre y las telarañas en los rincones. De los aseos mejor no comento nada. Además, ¿cómo quieren mejorar el nivel de atención de los alumnos haciéndoles tomar notas embutidos en sus abrigos y bufandas? Deberían seguir a rajatabla aquella frase de uno de sus líderes más carismáticos, Deng Xiaoping, que decía "Si abrimos la ventana, junto al aire fresco entran las moscas". Un día de estos se lo escribiré en chino en la pizarra, a ver lo que dicen.

Sea como sea, yo ya estoy deseando acabar las clases para no tener que entrar más a la facultad hasta mediados de febrero. Una semana más de clases, otra de exámenes, corregir los mismos (esto lo puedo hacer en el calor de mi humilde morada) y a hibernar unos días hasta el 15 de enero, cuando vuele hacia Bangkok. Qué ganas tengo ya y qué lento se pasa el tiempo.


“El movimiento vence al frío, la inmovilidad vence al calor.”

1 comentario:

  1. Me he reido con tu blog. A nosotros que somos originarios del sur esto del frio nos parecere insoportable. Con las ventanas abiertas ya ni te cuento. Animo que quedan pocos días!

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