viernes, 22 de noviembre de 2013

10 razones, 10

A principios de este mes, el banco de Hong Kong HSBC realizó una encuesta, en la que participaron 7000 expatriados en diferentes países, y que pretendía averiguar cuál era el mejor país para residir y trabajar en el extranjero, en función de diversos criterios (economía, entretenimiento, calidad de la comida, meteorología, etc.). El resultado colocaba nada más y nada menos que a China en primer lugar. La noticia provocó algunas reacciones en algunos blogs, como esta, o esta otra, cuestionando este dato y afirmando por el contrario que este país no era el mejor lugar para vivir.



 Yo, aun estando de acuerdo con la mayor parte de críticas vertidas sobre la vida en China (especialmente en lo que se refiere a la contaminación y a las aglomeraciones), y encontrándome en una temporada en la que me vuelvo a cuestionar la conveniencia de seguir más tiempo, quisiera hacer una lista de razones por las que, a pesar de todo, vale la pena venir aquí y quedarse una temporada. Ya sea por hacer un ejercicio de autoayuda, por intentar encontrarle el lado bueno a todo o, simplemente, por mi tendencia a llevar la contraria (de ahí que sea del Atleti), aquí va mi “top ten” de motivos por los que merece la pena el sacrificio:
  • Seguridad: He conocido pocos lugares en el mundo donde recorrer una ciudad a las tantas de la madrugada, pudiendo uno meterse por cualquier calle, por cualquier barrio, no entrañe cierto tipo de riesgo. Vale que aquí, por desgracia, también existe la delincuencia y hay crímenes, violaciones, etc, como en cualquier parte del mundo, pero la percepción de seguridad es mucho mayor, al menos en una ciudad como Shaoxing, donde en tres años y pico no he sentido la más mínima amenaza de parte de nadie.
  • Trabajo: Tal y como está la situación, cualquiera deja un trabajo. Aparte de evitar el desempleo, las condiciones laborales, al menos para los profesores, no son moco de pavo. El salario medio no es para lanzar campanas al vuelo pero, si hacemos un computo global, contando el número de horas que damos, las vacaciones pagadas, las pagas extras para viajar, etc, está bastante bien, y además disponemos de suficiente tiempo libre para dedicarnos a otras actividades, tanto lúdicas como formativas.


  • Idioma: Una de estas actividades puede ser, por ejemplo, aprender mandarín. ¿Qué mejor lugar para aprenderlo y practicarlo que aquí? Cierto es que el método de los enseñantes locales no es, en muchas ocasiones, el más adecuado, pero al menos disponemos de infinitas posibilidades de aprender la lengua en un contexto de inmersión total, y no nos faltarán personas con las que practicarla. Dudo mucho que llegue a ser, como dicen muchos, la lengua del futuro, pero sin duda sé que algún día, todo este aprendizaje me ayudará de alguna manera.
  • Coste de la vida: En relación con el tema del trabajo, a pesar de que el salario no sea ninguna maravilla y los precios sigan subiendo a un ritmo frenético, me sigue pareciendo baratísimo vivir en China. Comer fuera, salir de marcha, el transporte, y otros gastos cotidianos, continúan teniendo un precio bastante asequible para cualquier bolsillo, lo que al final nos permite ahorrar algo de dinero cada mes (otro de los motivos es que los gastos de alojamiento los suele cubrir la empresa).

  • Viajes: La variedad de regiones y paisajes es enorme, y llevaría años poder visitar y conocerlos todos (a no ser que solo nos dediquemos a viajar). Además, gracias a la proliferación de aerolíneas de bajo coste asiáticas, viajar a cualquier país del sudeste asiático está tirado.
  • Comida: A pesar de que hay que andarse con ojo por el tema de la falta de higiene en algunos casos, la comida china está considerada una de las mejores del mundo y hay platos de verdad exquisitos y que voy a echar mucho de menos si algún día me voy. Además, como comentaba antes, comer fuera no es ningún lujo, y la gama de sabores es muy variada entre las opciones en cualquier ciudad.




  • Reto constante: Es cierto que en China uno debe hacer frente a trabas y situaciones surrealistas, que implican buenas dosis de paciencia y frialdad para no perder los nervios. Esto, a la larga, conlleva cierto crecimiento personal, siendo capaz de dominar y controlar ciertos problemas que, hasta hace un tiempo, nos parecían enrevesados e imposibles de solucionar. La vida en China nos hace más ágiles mentalmente, aumenta nuestros niveles de atención y, de paso, nos vuelve un poquito más tolerantes.
  • Medicina y salud: Hace un tiempo que empecé a probar diversos remedios y medicinas tradicionales chinas, y de momento los resultados siempre han sido satisfactorios. Los masajes (no los de “happy ending”, sino los serios) son mano de santo, lo de la moxibustión es todo un descubrimiento, y la acupuntura funciona (al menos lo hizo con mi brazo hace ahora casi un año).


















  • Diferencia: Dentro de este apartado incluiría todas esas estampas que hacen de China un país entrañable en algunos aspectos. Escenas tan habituales para los que vivimos aquí, y que nos siguen chocando y llamando la atención al cabo de los años, como esas mujeres haciendo coreografías en la calle (una vez topé con tres bailando el Aserejé, pero nadie me cree), la gente que camina hacia atrás en los parques, las abuelillas cuidando de esos pequeñajos con el culo al aire, el chaval de Lanzhou preparando los famosos fideos, etc. Se me hará raro el día que deje de ver todo esto.
  • El placer de volver: Por último, una consecuencia de vivir, ya no solo en China sino en cualquier otro país extranjero, es que el momento de regresar a la tierra natal se disfruta de una manera especial. Cuanto más años paso fuera de Córdoba, más la aprecio, más disfruto sus calles, sus gentes, sus sabores y olores, más me entusiasman las conversaciones con amigos y familiares. Por suerte o por desgracia, este gozo es tan efímero como desorbitado, y al poco tiempo ya me vuelve a picar el gusanillo de salir fuera.

    Por ejemplo, en cuanto vuelvo a ver a estos dos...


















Nada más, he intentado poner con esto una nota positiva entre tanto tremendismo, animar un poco a los que, como yo, también estén a veces un poco cansados de vivir en China, y de paso recordarme a mí mismo que en el fondo no se está tan mal aquí y que los momentos de bajón son solo eso, momentos, que vienen y se van.


De las nubes más negras, cae agua limpia y fecunda.”


Un poco de léxico
seguridad: 安全 (ānquán)
estabilidad: 稳定 (wěndìng)
quedarse: 停留 (tíngliú)
marcharse: 离开 (líkāi)
dilema: 困境 (kùnjìng)


7 comentarios:

  1. Coincido contigo en todas las ventajas de vivir en China. Como ex-expatriada echo de menos todas y cada una de ellas, menos quizás la de las situaciones surrealistas. Aunque también es cierto que mi nivel de tolerancia y paciencia es mucho más alto ahora que cuando llegué a China. Creo que lo que más echo de menos es la comida, tiene gracia porque cuando vivía allí lo que más echaba de menos era la comida española ja, ja, ja.
    ¡Saludos!

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  2. Hola Teresa! Yo creo que, más que la comida en sí, echaría de menos la facilidad para encontrarla en cualquier lugar, la cantidad de puestos callejeros, la variedad de sabores...

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  3. Hola. Mi nombre es Pedro, tengo 21 años y vivo en Sevilla, España.

    Yo estudio un ciclo superior de Informática y en 2015 empezaré el de cine si eso.

    Estuve dos semanas en 2009 en Nanchang y Shanghai para adoptar a mi hermana, y pude observar más o menos cómo es aquello. Además, estoy informándome mucho por las noticias y eso para ver cómo evoluciona el país. Pero estos artículos son los mejores, porque te detallan muy bien el funcionamiento de la sociedad y del sistema.

    Quiero saber si un informático como yo, con dos o tres títulos de Ciclo Superior, podrá encontrar trabajo por allí (Pekín, ya que tengo amigos).

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  4. Efectivamente!! Son algunas de las razones... yo añadiría pequeñas tonterías: como poder llevarte la comida de los restaurantes (bendito "dabao"), el que te traigan la comida a casa, la oferta de masajes y spas...

    A mí también me fascina la sensación de estar en un país donde están pasando cosas, con cambios constantes... de alguna forma, al menos personalmente, tengo la sensación de que es un país atravesando una transformación social brutal... Todas las semanas surge una nueva tendencia o palabrita que te recuerda que China está cambiando.

    Y otra cosa que a mí me gusta es la pasión por las nuevas tecnologías. Es cierto que a veces a los chinos se les va de las manos, pero personalmente me encanta estar rodeado de frikis :)

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  5. Hola Pedro, me alegro que el blog te pueda ser útil en tu busqueda y el descubrimiento de la cultura china. Sobre el trabajo, bueno, oportunidades hay, pero depende el tipo de trabajo que quieras hacer, cómo te muevas y los contactos que tengas por allá. Teniendo ya amigos en Beijing, seguro que te pueden echar un cable. En China funciona mucho el tema de la red de contactos y fijo que habrá alguien que conoce a ese alguien que necesitas para que te dé una oportunidad. Aquí te dejo algunas entrada sobre trabajo. En una de ellas aparece un enlace a la web de Dani, ZaiChina, donde también viene bastante información. Suerte!! http://pasamesachina.blogspot.com.es/search/label/trabajo

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  6. Razones por quedarse en China....mmm....de entre todas me quedo con el reto diario. Eso de ir a la frutería y no pasarlas canutas perdería en parte mi razón de existir jeje. Una cosa que se te ha olvidado y que para mi es vital son las mañanas ociosas. Levantarse a la hora del gallo y pasear por los parques y ver con ternura alas señoras y señores haciendo sus ejercicios matutinos....me crea un envidia sana porque ahí se aprecia la cohesión en esta sociedad y una bondad colectiva que se nos escapa.
    Coincido con Dani en que este país está cambiando día si y día también, pero muchos de esos cambios están destinados a acabar con lo bueno de esta cultura (las mañanas en el parque un claro ejemplo) y a veces me pregunto la deshumanización imperante que -no solo aquí, en casi toda spartes- acabará con nuestra paciencia.
    Un abrazo bien gordo PacoSir y nos vemos pronto!

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  7. Hola!
    Hace poco he recibido la noticia de haber conseguido un trabajo en China, más concretamente en Shaoxing. Casualidades de la vida, buscando información sobre el sueldo medio en la ciudad, he ido a caer en esta entrada de tu blog, que habla precisamente sobre la ciudad a la que, si todo sale bien, en unos meses me mudaré por un año. Lo que me preocupaba a mí era, principalmente, la sanidad y la seguridad en las calles, pero veo que todo funciona bien. Así que tu entrada ha sido lo más útil que he encontrado por internet desde que empezó mi búsqueda. Muchas gracias :)

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