jueves, 2 de diciembre de 2010

Ese tío del bigote



Shaoxing ha sido cuna de personajes notables, como el magnánimo Yu el Grande, el pintor Xu Wei, y Lu Xun uno de los escritores más influyentes en la sociedad china del siglo XX y considerado como el padre de la novela moderna en este país. Su residencia natal es una de las principales atracciones de la ciudad, y en su interior se conservan gran parte de sus pertenencias y bienes materiales. La visita a tan ilustre lugar el pasado sábado me sirvió de excusa para indagar en la vida y obra de esta figura literaria.


La alcoba del susodicho

Nacido en 1881, Lu Xun, cuyo verdadero nombre era Zhou Shuren, dejó sus estudios de medicina a los 25 años para dedicarse por completo a sus escritos. Sus primeros ensayos versaban sobre historia de la ciencia y literatura europea, pero más tarde fueron evolucionando hasta el análisis y crítica de la sociedad china de aquel entonces. Lu Xun criticaba las tradiciones, el feudalismo y las prácticas rituales, e incluso se opuso a la escritura con caracteres chinos, abogando por un sistema más internacionalista. Durante esa época subversiva surgieron sus obras principales, destacando “Diario de un loco” (1918) y “La verídica historia de A Q” (1921).



Sus desavenencias con el gobierno nacionalista de la época le obligaron a buscar refugio en Shanghai, por aquellos años bajo administración francesa. Allí junto a otros ideólogos reformistas funda la Liga de Escritores Izquierdistas, afines al recién creado Partido Comunista. Tras su muerte en 1936, Lu Xun sería considerado uno de los ideólogos más influyentes de la revolución comunista, aunque nunca llegó a afiliarse al partido. La lectura de sus obras fue impuesta como obligatoria en todas las escuelas, aunque últimamente se han ido reduciendo sus escritos en los currículos escolares.


Presente en uno de los carteles propagandísticos de la época

Hoy día se sigue considerando a Lu Xun como uno de los grandes literatos chinos de todos los tiempos, a pesar de que algunos consideren que sus escritos se han utilizado más como instrumento político e ideológico, que como ejemplo de lo que significa escribir con calidad. Yo aún desconozco la obra de este autor, pero en cuanto me termine a Gao Xingjian, echaré mano de alguno de sus libros, que le tengo ganas ya.

Dudar no es un defecto. Dudar todo el tiempo sin llegar a una conclusión es el defecto.
(Liu Xun, 1881-1936)

4 comentarios:

  1. Te recomiendo lu xun, hace rato que estoy buscando libros de él en argentina, pero me es casi imposible. Cuando este año estuve en Shanghai fui a la casa donde funcionó la Liga de Escritores de Izquierda, que ahora es un museo, pero estaba cerrada...

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  2. En cuanto vuelva de Vietnam me planto en Shanghai. Me han dicho que hay una librería donde pueden encontrarse muchos clásicos chinos en español, a ver si doy con algo de este hombre.

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  3. si hay una libreria que es gigante gigante, queda a unas cuadras de la plaza renmin.

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  4. si hay una libreria que es gigante gigante, queda a unas cuadras de la plaza renmin.

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