miércoles, 19 de octubre de 2011

Una verdad incómoda

Estaba a punto de ponerme a escribir sobre el gimnasio al que voy pero no quería pasar por alto uno de los principales temas de conversación y debate en China en estos días. Ya venía tiempo hablándose de una supuesta crisis de valores en la sociedad china, y la predominancia de individuos egoístas, que solo piensan en su propio beneficio sin importarles los demás. Lo sucedido hace tres días en Foshan, en la provincia de Guangdong,no hace más que apoyar estas críticas tesis, mostrando un espantoso ejemplo de la pasividad de los ciudadanos ante el sufrimiento del prójimo, en este caso una niña de 2 años atropellada por una furgoneta. Seguramente ya habréis visto el video del suceso que está circulando por Internet en el que, aparte del susodicho accidente, se puede ver como hasta 18 viandantes pasan al lado de la niña indiferentes sin hacer nada al respecto, ignorándola por completo. Tuvo que ser una señora que trabajaba recogiendo la basura la que se hiciera cargo de la pequeña, salvándole de una presumible muerte a causa de las fuertes heridas. Aquí está el documento, juzgad vosotros mismos (AVISO: el contenido del video es bastante fuerte, no os aconsejo su visualización si sois muy sensibles).



Este terrible caso no es más que la punta del iceberg de algo extremadamente grave que se empieza a ver en la sociedad china y que servidor también es testigo a diario, ya se trate del contexto académico o del día a día en las calles de Shaoxing: alumnos competitivos e insensibles, conductores que no respetan las normas y no se preocupan de llevarse por delante a quien se cruce por su camino, fumadores que no se cortan a la hora de encenderse un pitillo en el vagón de un tren enfrente de una embarazada... ¿Qué está pasando? ¿Cuál es el origen de este declive moral? De todo ello trata este artículo publicado hace poco en ZaiChina, echadle un vistazo para saber por donde van las tornas:

Pincha aquí.


Chen Xianmei, la providente salvadora

Curiosamente, justo hace una semana, estaba leyendo un texto en las clases de chino sobre el concepto de ”大方“(dafang), ¨generosidad¨ en chino, un valor supuestamente inherente a la cultura china. Por lo visto, aquí se valora mucho el que una persona muestre su generosidad, donando dinero para determinadas obras o simplemente pagando la cuenta en un restaurante. Eso sí, lo que yo veo es que este tipo de gestos “altruistas” se hacen siempre de cara a la galería, intentando que sea presenciado por el mayor número de espectadores posible (no hay donación que se precie sin sesión fotográfica de la prensa), y para salvaguardar la dignidad. Parece que el ser dadivoso es más un deber que un gesto espontaneo. En una sociedad extremadamente capitalista e individualista como la china, no hay lugar para la ayuda al prójimo si ello no conlleva algún tipo de beneficio, ya sea material o social.


Ahí, ahí, que se vea bien como le dan la pasta a la mujer por su buena acción

De todas formas no puedo negar que aquí también existen personas maravillosas capaces de darlo todo, y me gustaría creer que no todo está perdido en el futuro de este país. Así mismo, esta crisis de valores no es algo ni mucho menos exclusivo de China, está ocurriendo en la mayor parte de países occidentales (me viene a la mente ahora ese aquel otro video en el que una persona simula un desmayo en la vía pública, y la gente pasa de atenderle, no recuerdo bien donde se grabó... ), por tanto me gustaría que analicemos la cuestión no como una crítica más a la sociedad china, sino como algo que bien podría haber ocurrido en nuestro entorno. Quizás este caso es algo extremo, pero, ¿de verdad estamos completamente protegidos ante el llamado “Efecto espectador”? ¿Somos de verdad todo lo solidarios que creemos ser?



La gente se arregla todos los días el cabello. ¿Por qué no el corazón?

3 comentarios:

  1. Yo también creo que se trata de un fenómeno global. Fíjate en dos de las palabras que has utilizado: capitalismo e individualismo. Las dos se podrían aplicar, creo yo, a cualquier país del mundo.

    Si a eso le sumamos la competitividad y la urbanización, en un país súper poblado y todavía en vías de desarrollo, ya tenemos la mezcla explosiva. La única diferencia con otros países es que China es un país con 1.300 millones de habitantes donde en los últimos 30 años se han vivido unos cambios brutales, también en el campo de los valores y la moralidad.

    ResponderEliminar
  2. es vergonzoso, y bueno como ya sabras, la niña ha acabado muriendo, gracias que existen personas como esa señora que la socorrio, pero al final no se ha podido hacer nada.... (aparte de la furgo luego pasa por encima suya otro camion,es increible vamos)

    ResponderEliminar
  3. China, en su esfuerzao por parecerse a las potencias occidentales, ha importado también la competitividad y el egoismo, dejando a un lado sus valores tradicionales. Me pregunto si las nuevas generaciones tienen interiorizados dichos valores y saben lo que significan. Mucho me temo, por lo que veo a diario en las clases, que les quedan muy lejos.

    ResponderEliminar