domingo, 13 de marzo de 2011

Vietnam de cabo a rabo (I): El sur



Después de las dos semanas de gira por el sur de China, llegó el momento de cambiar de escenario y adentrarse en Vietnam, un país que, sin llegar a fascinarme, si que me dejó muy buenas impresiones, sobre todo la parte sur. Desde Ho Chi Minh hasta Hanoi en el norte, el viaje tuvo de todo… vestigios históricos, playas de película, turismo rural… Pero sin duda, lo mejor fue el haberme reencontrado con Job, la razón principal por la que elegí Vietnam como destino de vacaciones. Un auténtico crack que no veía desde mi adiós a Lituania y con el que pasé unos días de película (de Berlanga por lo menos).


Como se te echa de menos, maquina

Fue un no parar, cada día con minimo un par de anécdotas para guardar. Me encontré algunos elementos que me recordaron a China, pero aun más situaciones que me hicieron revivir mis días en la India (sobre todo cada vez que cruzaba una calle). No quiero enrollarme mucho con este viaje ya que quiero volver pronto a retomar las crónicas chinescas. Simplemente iré repasando lo más destacado de cada lugar que fuimos visitando, empezando por el sur: de Ho Chi Minh a Nha Trang.




¡Por fin café de verdad!


Estatua del tio Ho, en la ciudad que lleva su nombre

La ciudad de Ho Chi Minh, también conocida como Saigón, fue mi punto de partida en Vietnam. La antigua capital del sur del país antes de la reunificación tras la guerra en 1975, acoge diversos lugares de interés para los interesados en este terrible capítulo de la historia universal. Uno de ellos es el palacio de la reunificación que, salvo algunas pequeñas restauraciones, se conserva tal y como las tropas comunistas del norte lo encontraron tras su toma. En su interior, mensajes propagandísticos nos recuerdan la heroica lucha de los norteños contra el imperialismo americano y lo felices que eran sus ciudadanos tras la victoria comunista. Por su parte, el museo de vestigios de la guerra, conserva reliquias armamentísticas de aquel periodo y fotos que recogen las atrocidades cometidas (aunque solo por el bando de Vietnam del sur y los americanos). A pesar de su clara parcialidad, es un lugar digno de visitar, aunque para ver algunas salas se requiere tener bastante estómago.


Palacio de la reunificación




La foto de Kim Phuc, la niña que se hizo tristemente famosa por esta imagen (aprovecho para recomendar "The girl in the picture", su biografía y gran documento para entender la guerra de Vietnam)

Pese al caótico tráfico, Ho Chi Minh City no es del todo un mal lugar para dar un paseo. Existen zonas bastante agradables, como la calle Nguyen Hue, cercana al ayuntamiento, especialmente engalanada para celebrar el Tet, el Año Nuevo vietnamita. La ciudad también cuenta con una animada vida nocturna y buenos mercados, como el de Ben Thanh, donde poner en práctica nuestras habilidades regateando, algo esencial para sobrevivir en este país.






Catedral de Notre Dame

En Ho Chi Minh comencé a descubrir algunas de las particularidades de los vietnamitas. Me pareció gente muy amable y dada a ayudar, pero al mismo tiempo, tengo que decir que la gran mayoría (por no decir todos) de los comerciantes, intentan sacarte los cuartos como sea. Pero bueno, si se regatea bien no hay problema. De todas formas, eso de tener que discutir el precio para cualquier cosa que se quiera comprar, llega a cansar mucho. Otra constante en la población local es el uso de la moto, el vehículo estrella, y el casco en la cabeza en todo momento, ya sea dentro de la oficina de correos, en un mercado, el autobús o hasta un museo.


Para los que conducen


Para los que navegan


Para los que toman el autobús


Para los que observan el río desde una balconada

Tras dos días en Saigón, partimos en autobús nocturno rumbo a la costa, concretamente a Nha Trang, la versión vietnamita de Benidorm. Vale que sus playas son preciosas y las vistas magníficas, pero para mi gusto es demasiado turístico y no hay casi nada que no puedas hacer en cualquier otra ciudad costera del mundo. Con todo, no nos vino nada mal el remojón.







Apenas pasamos un día entero en Nha Trang. Al caer la noche, pillamos otro autobús nocturno, esta vez hacia Hoi An, de lo mejor que vi en Vietnam. Pero de esto ya hablaré en la próxima entrada.

"Antes de tener la fuerza, tienes que tener la leyenda de la fuerza."

(Este es vietnamita, no chino)

6 comentarios:

  1. jajaja muy gracioso lo de los cascos. Es muy bonito vietnam :)

    ResponderEliminar
  2. Las imágenes hablan por sí solas!!! Muy bonito y diferente a las películas del Viet-Comb!

    ResponderEliminar
  3. Juas, lo de los cascos me ha hecho gracia. Será más cómodo llevarlo en la cabeza que en la mano, aunque no lo necesiten (bueno, nunca sabes cuándo puede caerte una maceta en la cabeza!).

    ResponderEliminar
  4. Que hermoso que es vietnam! un país valiente y revolucionario

    ResponderEliminar
  5. GRANDE PACO!!! El amor es RECIPROCO.
    Me dejas ir verte??? Eso si, si me dejan subir al avion con CASCO. En caso contrario, NO VOY ^_^
    PD: Berlanga no nos hace SOMBRA.

    ResponderEliminar
  6. Eres bienvenido, a ver si podemos montar una peli de los Monty Python, o David Lynch..eso si, siempre con casco.

    ResponderEliminar