Después de una semana de preparativos varios y preocupaciones (en vano) en torno al visado, finalmente todo fue más simple de lo que imaginaba y, señoras y señores, ya tengo mis dos pies en tierras chinas. Aterricé ayer por la mañana, tras otro interminable vuelo, con una escala horrorosa en Moscú (no vuelvo a pasar por sus aeropuertos en la vida), sano, salvo y con muchas ganas de empezar a disfrutar de este país. Me pasé casi todo el día en el aeropuerto de Shanghai ya que el comité de bienvenida no llegaba hasta la tarde, y no salimos hacia Shaoxing hasta la noche, una vez que el último profesor que tenían que recoger hizo su aparición. En total nos juntamos unos 9 profesores, casi todos nuevos en China, y un estupendo grupo de estudiantes voluntarios que con su ayuda nos están haciendo más llevaderos estos primeros momentos en China.
Ya en el campus de la universidad, nos condujeron a las habitaciones, el lugar donde vamos a residir durante todo este curso. La verdad es que no me puedo quejar en absoluto. Tengo una habitación para mi solo, con televisión (para ver frikadas), nevera, aire acondicionado, baño y conexión a internet, a menos de 200 metros del lugar donde trabajaré. Un lujazo. Luego, esta misma mañana, hemos estado dando una vuelta por el campus, viendo las instalaciones, seguida de una pequeña reunión de bienvenida y orientación. Para continuar, y después de mi primera batalla con los palillos durante el almuerzo, visita a la comisaría más cercana para registrar nuestra entrada al país y fin del protocolo, al menos hasta mañana.
Parte de mi habitación...
...y sus vistas
La tarde la hemos tenido libre para hacer algunas compras y dar una vueltecilla por los alrededores. Esta ha sido sin duda la mejor parte del día. Siempre he dicho que una de las mejores maneras de empezar a conocer la cultura y el modo de vida de un país determinado, es dándose una vuelta por uno de sus supermercados. Lo poquito que ya he podido ver hoy en este contexto, merecería un tema aparte (tiempo al tiempo). Ha habido varias cosas que me han llamado la atención, pero lo que más destacaría sería el montón de ranas vivas en una urna, justo al lado de la sección de pescados. Como digo, tendré tiempo para escribir acerca de esta y otras curiosidades que fijo que me seguiré encontrando por aquí.
Mis primeras compras
Jugándomela con los palillos
Y nada más por ahora. Simplemente que sepáis que las primeras impresiones están siendo muy positivas, y que avecino una excelente experiencia. Vale que no haya hecho nada más que aterrizar, pero el lugar en sí me parece bastante habitable y creo que no tendré ningún problema de adaptación (aparte de lo chungo que lo voy a pasar con el chino). Además, los poquitos nativos que me ha dado tiempo a conocer me resultan muy amigables, al menos en la apariencia. Esto ha empezado con buen pie, amigos, esperemos que mis intuiciones no me fallen y que esta nueva aventura sea tan gratificante como las anteriores.
¡Un saludo!
alaaaaaaaaa me alegro un monton!!!!! y menudo chollo lo de la habitacion para ti, con tu conexion a internet y tu TODO y sin que haga falta coger transporte para ir al curro!!!! yo ya con eso firmo asi que imagino que estaras encantado de la vida!! y mas ahora que has conseguido desbloquear los proxis esos o como se llamen.
ResponderEliminarOlvida el quimono...QUIERO UNA URNA DE RANAS VIVAS, jajajajajaja, besos
A ver si consigo seguir un blog tuyo regularmente de una vez ya!
ResponderEliminarLas delicias de kiwi que te has comprado las quiero probar yo! xD
Un abrazo!
Ya veo que la guitarra no la sueltas...Después nos cuentas si no te sucede como con la hora Tica al momento de socializar...o con las direcciones acordadas para llegar a un punto de encuentro ja ja. Me alegra que todo te esté saliendo bien.
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