jueves, 31 de marzo de 2011

Por los que se fueron

El próximo martes 5 de abril se celebra en China uno de los festivales más arraigados y populares, el Qing Ming Jie, la "fiesta de la claridad pura", aunque es más conocido como el "día del barrido de tumbas". Es el equivalente al día de difuntos en España, cuando la gente visita en masa los cementerios para honrar a sus muertos y dejarle las sepulturas limpita y ordenada. Esta fecha marca además el comienzo de la primavera y la llegada del buen tiempo, que durante estos días empieza ya a notarse.



Durante esta celebración, aparte de barrer las tumbas y renovar flores, los chinos llevan como señal de respeto y recuerdo, bandejas con la comida y bebida preferidas del difunto en vida, además de dinero de papel, para que no le falte de nada en el más allá. Algunos hasta añaden otros artículos (también en papel) como teléfonos móviles o videoconsolas. También es un día en que familiares y amigos aprovechan para hacer diversas actividades en el exterior, como picnics, volar cometas o plantar arboles, todo en un ambiente muy distendido.


Me pido el Ipad de papel, espero que lo tengáis en cuenta

Me he estado informando estos días a través de mis alumnos de cómo los chinos entierran a sus seres queridos e ilustraros un poquito (es que me consta que todavía hay gañanes que se creen que utilizan los cadáveres para rellenar rollitos de primavera…). Aunque hay todavía gente que prefiera enterrar el cuerpo dentro de un ataúd, lo más habitual es optar por la cremación, principalmente por cuestiones de espacio. Previamente, tiene lugar un velatorio en el que se coloca una especia de altar al lado del difunto, donde los familiares y amigos depositan bienes para que el fallecido los disfrute en la otra vida. En cuanto a los colores relacionados con el luto, el negro es el predominante, aunque también se permite vestir colores más claros durante el funeral, incluido el blanco. El único color que se considera inadecuado en estas ocasiones es el rojo (símbolo de felicidad).



Ya se trate de chinos, japoneses o burkineses, en todas las culturas, el momento en el que una persona deja se vive como algo solemne y nos recuerda que a pesar de todo no somos tan diferentes unos de otros, que a todos nos va a llegar tarde o temprano ese momento, y que no vale la pena perder el tiempo con estúpidas comparaciones, positivas ni negativas. Ya sea el país, religión o condición social, todos tenemos una cita con la vieja de la guadaña, así que no nos queda más que vivir estas situaciones como algo natural. En definitiva, ¿qué es la muerte sino la punta de la vida?

"Las tumbas se abren a cada instante y se cierran para siempre."


(A mis abuelos. Descansen en paz.)

1 comentario:

  1. La vida es un corto pasaje por este mundo; por eso lo más inteligente es vivir en PAZ con nosotros mismos y con los demás; sino la vida no es vida. Tan corta que es...mejor aprovecharla y ser Pura Vida!!!!!

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