martes, 29 de noviembre de 2011

Sombras, gorgoritos y otras cosas del proteger

Hace tres días se publicó en la prensa la noticia de que la tradición del teatro de sombras chinas había sido incluida en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Dicha lista recoge todas aquellos aspectos culturales y conocimientos de una comunidad que se van transmitiendo a lo largo de generaciones, y que incluyen elementos como la danza, la música, el teatro, la artesanía, la gastronomía o rituales varios. Con el teatro de sombras son ya treinta los bienes inmateriales que China aporta al Patrimonio de la Humanidad, más que cualquier otro país del mundo.


Siluetas utilizadas para las sombras chinas

Una gran parte de la lista la conforman un buen número de artes plásticas y artesanías. Entre las más populares y extendidas destacan la caligrafía, además de la imprenta tradicional, el grabado de sello, el arte del recorte de papel, y la artesanía de la seda. No tan conocidas son las artes vinculadas a algún grupo étnico específico, como las técnicas textiles de los Li, en la isla de Hainan, o las artes llamadas regong, practicadas por mojes tibetanos en la provincia de Qinghai, y que engloban tanto pinturas como esculturas así como trabajos de bordado. Completan esta categoría, artes cuya practica se limita a determinados distritos, como el brocado yunyin de Nanjing, la cerámica de Longquan (provincia de Zhejiang) y la fabricación del papel xuan, hecho con paja de arroz, en la provincia de Anhui.

También podrían incluirse en esta categoría, dos técnicas arquitectónicas. Una, típica de Zhejiang, mi provincia, es la construcción de puentes con arcadas de madera, en peligro de desaparición. La otra es la arquitectura tradicional con armazones de madera, la cual está más extendida por toda China y es una de sus señas características.



El otro gran grupo de bienes inmateriales lo forman aquellos relacionados con las artes musicales y escénicas. En el apartado de cantos, por ejemplo, tenemos dos procedentes de la etnia mongol, el popular khoomei (ese tan peculiar que hacen con la garganta) y el urtin duu o "canto largo". Por otro lado, están las canciones de la etnia dong, originarios del sur de China, y la música nanyin, típica del pueblo de Minnan, en Fujian, un poco más al sur de Zhejiang, con sus instrumentos tradicionales típicos. Aunque si hablamos de instrumentos populares, no podemos olvidar la citara china, o guqin. Se supone que solo mil personas en el mundo pueden actualmente este instrumento (por cierto, una de ellas es una de mis alumnas).

Otro bien musical que cuenta con sus propios instrumentos y además con estilos de danzas variados, es el muqam, ligado a la etnia de los uyghur de Xinjiang, la región más occidental de China. Un poco más al centro, en Xi'An, hay una importante tradición de instrumentos de viento y percusión.

La etnia coreana también aporta su granito de arena a la lista con sus danzas campesinas, practicadas sobre todo en la provincia de Jilin en el nordeste. Algo más extendidas están las canciones hua´er, compartidas por nueve grupos étnicos diferentes.

Por supuesto, no puede faltar la mención especial a la opera china, que contribuye a la lista con tres de sus estilos: tibetana, kunqu y yueju (en cantonés).



A caballo entre el arte y el ritual tenemos la tradición oral del Manas, un poema épico transmitido de generación en generación en la etnia de los kirguis, también en Xinjiang. Otra epopeya que se sigue representando, en este caso por los mongoles y tibetanos, es la del rey Gesar, héroe mitológico.

En cuanto a las fiestas y celebraciones populares, solo tres tienen el privilegio de ser catalogada como bien inmaterial de la Humanidad. Estas son el festival del Barco del Dragón, la fiesta de Año Nuevo celebrada por la etnia qiang (en la provincia de Sichuan), y los rituales en honor a la diosa del mar Mazú, compartida por gran parte de las comunidades marineras chinas.


Mazú en procesión

Siguiendo con la noticia sobre las sombras, casi al final se hace mención a los candidatos para entrar en la lista de marras, dos de ellos españoles: la fiesta de la Mare de Deu de la Salut, en Algemesí (Valencia) y el festival de los patios, típicos de mi ciudad, Córdoba. Por desgracia, la candidatura cordobesa ha sido retirada ya que, por lo que he leído, las posibilidades de ser reconocida no eran muchas, y de ser descartada habría tenido que esperar 4 años más para volver a presentarse. Así que el año que viene lo volverán a intentar, a ver si hay más suerte y por fin nos sale algo derecho (y si encima sube el Córdoba a primera mejor que mejor).


"Una generación planta los árboles y otra obtiene la sombra."

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